lunes, 9 de agosto de 2010

Comunicación y Transparencia



Comunicación Pública y Transparencia: un acercamiento al caso dominicano


Abordar el tema de la “comunicación pública y la transparencia: un acercamiento al caso dominicano”, teniendo la responsabilidad de representar –ante FELAFACS – a una región que, como la del Caribe, integran cuatro países con sistemas políticos diferentes, obliga a dar una breve mirada a la región en conjunto.

A fin de poner en perspectiva el tema que abordamos, entendemos necesario puntualizar los conceptos de comunicación pública, transparencia y rendición de cuentas.

La comunicación pública es aquella que busca garantizar a la ciudadanía una información legible, oportuna, suficiente y veraz, para promover la movilización y participación de los diferentes públicos y actores sociales, en la construcción de un sistema democrático creíble.

La transparencia, por su parte, tiene como finalidad poner a disposición del público las informaciones de las instituciones gubernamentales, como una manera de establecer una relación diáfana entre éstas y los ciudadanos.

En tanto que la rendición de cuentas “es la obligación de los servidores públicos de revelar, explicar y poner a disposición de los ciudadanos todas las acciones y gestiones que se realizan en la administración pública. Es uno de los indicadores para medir el grado de cultura democrática de una sociedad y de un gobierno” (1).

La situación de la comunicación pública y la transparencia en la región está matizada por el tipo de sistema político que impera en los cuatro países. Por ejemplo, en Cuba donde gobierna un sistema socialista, la comunicación está vinculada a las orientaciones trazadas desde el poder, ya que existe un fuerte control por parte del Estado de todas las actividades.

Puerto Rico dispone, desde el 29 de julio del 2009, de una Ley de Transparencia en el Gobierno inspirada en la disposición del Congreso de los Estados Unidos que desde el 1995 le requiere a la Casa Blanca que le remita un informe de los puestos y los salarios de los empleados en la Oficina Presidencial.

En el caso de puerto Rico “cada organismo público debe informar a la Asamblea Legislativa los nombres, clasificaciones, títulos y salarios de todos los empleados de confianza que trabajan en sus dependencias”, (2).
La situación de Haití, en términos de transparencia pública, venía siendo casi nula debido al colapso de las instituciones, lo que ha convertido a ese país en un Estado casi inviable, que obligó al envío, desde hace muchos años, de una misión de la Organización de las Naciones Unidas (minustah), que desde hace un tiempo trataba de poner las cosas en orden.

El problema haitiana, que ya era de extrema dificultad, se ha hecho más dramática por los efectos del devastador terremoto de más de 7 puntos en la escala de richter, que azotó al hermano país el 12 de enero de este año, ocasionando más de 215 mil muertos y cerca de tres millones de damnificados.
De manera, que en lo que respecta a Haití sólo se puede hablar de ayuda –para mitigar el hambre – reconstrucción de la parte física y de un trabajo firme para el rescate de las instituciones.

Base legal de la comunicación pública y la transparencia: caso de la República Dominicana

Los mecanismos legales que facilitan el ejercicio de la comunicación pública y la transparencia en la República Dominicana están contenidos en la constitución de la República, modificada recientemente y proclamada el 26 de enero de este año. Así como los convenios y acuerdos internacionales de los cuales el país es signatario, como son, por ejemplo:
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 establece en su artículo 19 “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. (3)
Convención Interamericana sobre Derechos Humanos (pacto de San José, Costa Rica, del 7 al 22 de noviembre del 1969), ratificado por la República Dominicana, establece en su artículo 13 que “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”. (4)

El pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del 16 de diciembre de 1966, en su artículo 19, acápite 2, expresa que “Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección” (5)

La nueva carta Magna establece en su artículo 44 acápite 2 que “toda persona tiene el derecho a acceder a la información y a los datos que sobre ella o sus bienes reposen en los registros oficiales o privados, así como conocer el destino y el uso que se haga de los mismos, con las limitaciones fijadas por la ley. El tratamiento de los datos e informaciones personales o sus bienes deberá hacerse respetando los principios de calidad, licitud, lealtad, seguridad y finalidad. Podrá solicitar ante la autoridad judicial competente la actualización, oposición al tratamiento, rectificación o destrucción de aquellas informaciones que afecten ilegítimamente sus derechos”, (6).

La carta Sustantiva agrega en su artículo 49 sobre la libertad de expresión e información que “toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, ideas y opiniones, por cualquier medio, sin que pueda establecerse censura previa”.

El acápite 1 de ese mismo artículo expresa que “toda persona tiene derecho a la información. Este derecho comprende buscar, investigar, recibir y difundir información de todo tipo, de carácter público, por cualquier medio, canal o vía, conforme determinan la Constitución y la ley.”

El acápite 2 del referido artículo indica que “todos los medios de información tienen libre acceso a las fuentes noticiosas oficiales y privadas de interés público, de conformidad con la ley”. (7)

En el año de 1997, mediante el decreto No.322-97, de julio del 1997, se creó el Departamento de Persecución de la Corrupción Administrativa (DEPRECA), una dependencia de la procuraduría general de la República cuyas funciones estaban señaladas en su artículo No.2 que establece: “el Departamento de Prevención de la Corrupción Administrativa será el responsable del diseño, ejecución y manejo del Programa Nacional de la Lucha Contra la Corrupción Administrativa y para ello hará uso de todas las atribuciones que les son propias como parte e instancia superior del Ministro Público”. (8)

En el año 2003 mediante el decreto 39-03, se crea la comisión de auditoría social cuyo objetivo se plantea en el artículo 1, dice que “se instituye la Auditoria Social como un mecanismo propio de la comunidad, para la defensa del gasto social que realiza el gobierno a través de la construcción de obras públicas, en adición a los mecanismos existentes de supervisión y contraloría”, (9)


En el año 2004 se promulga la Ley no. 200-04 sobre libre acceso a la información pública y su reglamento que en artículo 1 establece que “toda persona tiene derecho a solicitar y a recibir información completa, veraz, adecuada y oportuna de cualquier órgano del Estado Dominicano y de todas las sociedades anónimas, compañías anónimas o compañías por acciones con participación estatal”, (10)

Un año después, es decir, en el 2005 se emitió el decreto No. 101-05 mediante el cual se creó la Comisión Nacional de Ética y Combate de la Corrupción, que “es un organismo mixto y participativo, integrado por representantes del gobierno, la sociedad civil y el sector empresarial. La CNECC tiene bajo su responsabilidad el monitoreo del cumplimiento del Plan Estratégico de Ética, Prevención y Sanción a la Corrupción 2005-2008, así como de sus respectivos planes operativos, a través de un sistema de coordinación, animación, seguimiento y evaluación de la implementación”,(11).

En el año 2006 mediante el decreto 287-06, se actualizan algunos aspectos de la Ley 82, de 1979 que establece la obligación, por parte de los funcionarios públicos, de hacer una declaración jurada de bienes, antes de asumir una función, así como al término de su gestión.

Ese decreto expresa en su artículo número 1 que “ La declaración jurada que deben prestar los funcionarios públicos a que se refiere la Ley número 82, del 16 de diciembre del 1979, deberá ser presentada, en lo adelante, mediante el nuevo Sistema Automatizado y Uniforme de Declaración Jurada de Bienes, y el formulario diseñado y administrado electrónica y digitalmente a través de la página de Internet habilitada para estos fines por al Tesorería Nacional y el Departamento de Prevención de la Corrupción Administrativa (DPCA)” (12).

En el 2006 se promulga la Ley No. 340-06 de contratación pública de bienes, obras, servicios y concesiones que en su artículo 1, indica que “La presente ley tiene por objeto establecer los principios y normas generales que rigen la contratación pública, relacionada con los bienes, obras, servicios y concesiones del Estado, así como las modalidades que dentro de cada especialidad puedan considerarse, por lo que el Sistema de Contratación Pública está integrado por estos principios, normas, órganos y procesos que rigen y son utilizados por los organismos públicos para adquirir bienes y servicios, contratar obras públicas y otorgar concesiones, así como sus modalidades”,(13).

Mediante el decreto 324-07 se transformó el antiguo Departamento de Persecución de la Corrupción Administrativa (DEPRECA), en la Dirección Nacional de Persecución de la Corrupción Administrativa (DPCA), y en su artículo número 1 expresa que “El Departamento de Prevención de la Corrupción Administrativa, creado mediante Decreto número 322-97, de fecha 24 de julio del 1997, se denominará, en lo adelante, Dirección Nacional de Persecución de la Corrupción Administrativa, (DPCA) y fungirá como una dependencia especializada de la Procuraduría General de la República para el manejo de la investigación, persecución, presentación y sostenimiento de la acción penal pública en los casos o hechos que involucren, de cualquier forma, acciones de corrupción administrativa en la República Dominicana”, (14).

Situación del acceso a la información en relación con los Poderes del Estado y la Junta Central Electoral *

Cuando analizamos la comunicación pública, la transparencia y el cumplimiento de la Ley 200-04, a la luz de los tres poderes del Estado: Legislativo, Judicial y Ejecutivo, incluimos a la Junta Central Electoral que, aún cuando no es un poder del Estado, es una institución que juega un rol estelar, ya que es la responsable de la organización, montaje y decisiones de los procesos electorales ( en la República Dominicana tenemos elecciones cada dos años, para el congreso y los municipios y las presidenciales), se puede apreciar que se ha experimentado un avance significativo en lo relativo al marco jurídico, a la creación de las Oficinas de Acceso a la Información (OAI) y los Responsables del Acceso a la Información (RAI).

De los tres poderes del Estado los que cumplen con mayor eficiencia el mandato de la Ley 200-04, son el Legislativo, por medio del Congreso Nacional – Cámara de Senadores y Cámara de Diputados –, el Judicial, a través de la Suprema Corte de Justicia; y del mismo modo, podemos identificar los avances logrados por la Junta Central Electoral.

En cambio, el Poder Ejecutivo, es el que todavía no ha completado todo el proceso que indica la Ley, respecto a las OAI y los RAI, debido, entre otros factores, a la gran cantidad de instituciones que agrupa, por ser, además, el que tiene mayor demanda de información y el que genera más controversia, como se verá más adelante.

Poder Legislativo:

El Poder Legislativo, conformado por el Senado de la República y la Cámara de Diputados, cumple de manera eficiente con lo establecido en la Ley de Libre Acceso a la Información Pública, relativa a la creación de las Oficinas de Acceso a la Información, a los responsables de esas unidades, a la cantidad de información respondida y al tiempo en que se ofrecen esas respuestas.

Un informe proporcionado por el Senado de la República, establece que la Oficina de Acceso a la Información fue creada en el 2006, y los registros de solicitudes de información de los años 2006 2007, 2008 y 2009, totalizan 8,647 las que han sido respondidas en su totalidad en el tiempo establecido por la Ley.

De esas 8,647 solicitudes formuladas al Senado, 2,370 fueron hechas en los años 2006-2007, lo que representa, con respecto al total de informaciones requeridas, un 27 por ciento.

Durante el 2008, fueron recibidas unas 3,618 solicitudes de información lo que representa un 42 por ciento con respecto a la totalidad de informaciones demandadas, así como un 15 de incremento con respecto al período 2006-2007.

Durante el 2009 se produjeron 2,659 solicitudes de información, lo que equivale a un 31 por ciento, aquí se puede apreciar una disminución de un 11 por ciento con respecto al 2008, y un incremento de 4 por ciento con relación al comportamiento del 2006-2007. (15)

El Poder Judicial:

El Poder Judicial, por medio de su principal órgano, la Suprema Corte de Justicia, es el que con mayor transparencia ha manejado el tema del libre acceso a la información.

Esta instancia, desde antes de que fuera promulgada la Ley de Libre Acceso a la Información, disponía de una página Web que contenía una gran cantidad de información, que reflejaba el nivel de transparencia en todas sus dependencias.

Con la entrada en vigencia de la Ley 200-04, la Suprema Corte de Justicia creó en el 2005, de la Oficina de Acceso a la Información y nombró del personal responsable, con el RAI a la cabeza y, desde entonces, hasta el cierre del mes de diciembre del 2009, ha tenido el siguiente desempeño:

1).- Ha recibido 154 solicitudes de información
· 115 a través de la página Web
· 15 de forma directa vía formularios
· 15 por vía de correspondencia y/o correo
· 9 solicitudes tramitadas desde otras instituciones.

De las 154 solicitudes de información formuladas a la Suprema Corte de Justicia, un total de 115 han sido hechas por la vía electrónica, para un 74 por ciento.

De las 154 solicitudes de información a la Suprema Corte de Justicia, 15 han sido a través de formularios para un 10 por ciento, igual número lo hizo por la vía de correspondencia, para un 10 por ciento, y 9 solicitudes fueron tramitadas a otras entidades para un 6 por ciento.

De las 154 solicitudes de información que ha recibido la Suprema Corte de Justicia del 2005 a finales de diciembre del 2009, 151 han sido contestadas y tramitadas dentro del tiempo que establece la Ley, lo que representa un nivel de cumplimiento de un 98 por ciento, para atender a las tres restantes, igual a un 2 por ciento, se ha requerido una extensión del plazo contemplado en la ley para algunos casos, debido a la recolección de información y otros trámites que son necesarios agotar. (16)

De las solicitudes de información a la Suprema Corte de Justicia, los temas demandados con más frecuentes son los relacionados con publicaciones oficiales, recursos humanos, finanzas institucionales, estadísticas judiciales, siendo el promedio de tiempo para ofrecer las respuestas de 10 días laborables. La Ley establece un plazo no mayor de 15 días.

Un hecho que llama la atención es que muchos requerientes de información de parte de la Suprema Corte de Justicia, en realidad deberían dirigirse a otras instituciones, que son las responsables de dar las mismas, en esos casos lo que ha hecho el organismo es tramitarlas a sus destinos adecuados.

Como podemos apreciar, se trata de una instancia del Estado que se ha manejado con eficiencia en el cumplimiento de las disposiciones emanadas de la Ley de Libre Acceso a la Información Pública, que ha merecido el reconocimiento de instituciones, comunicadores y la sociedad.

Poder Ejecutivo:

En el año 2007, tres años después de la entrada en vigencia de la Ley Sobre el Libre Acceso a la Información Pública y su Reglamento, que mandan a crear las Oficinas de Acceso a la Información (OAI) y los Responsables de Acceso a la Información (RAI), el nivel de cumplimiento de la misma era aún muy limitado, ya que una gran cantidad de secretarías de Estado, Direcciones Generales , entidades descentralizas y otras dependencias no habían obtemperado – de manera cabal – al mandato de la Ley.

Cuando analizamos el tercer informe del observatorio ciudadano a la Ley de Libre Acceso a la Información Pública, realizado en el período enero-julio del 2007, por Participación Ciudadana, se puede apreciar que el nivel de cumplimiento no era el esperado y que las expectativas de importantes sectores de la sociedad aún estaban insatisfechas. Sin embargo, en los últimos dos años se ha avanzado de manera considerable en ese sentido.

Al comparar los resultados el tercer informe del observatorio ciudadano a la Ley de Libre Acceso a la Información Pública, durante el período enero-julio del 2007, con los datos de enero del 2010 obtenidos por nosotros, se puede observar el progreso experimentado.

De las 22 secretarías de estado – convertidas en ministerios por mandato de las nueva Constitución de la República –, se puede apreciar que en el 2007, sólo 10 tenían entonces oficinas de acceso a la información pública, lo que representaba un 45 por ciento, con respecto al cumplimiento del mandato de ley. (17)

En cambio, al mes de enero del 2010, como pudimos establecer en la investigación que realizamos, de esos 22 ministerios 20 tienen Oficinas de Acceso a la Información, lo que representa un 91 por ciento de cumplimiento, y un avance importante con respecto a lo que sucedía dos años atrás. (18)

De las 19 Direcciones Generales con que cuenta el Estado, en enero-julio del 2007, sólo 7 tenían Oficinas de Acceso a la Información, para un 37 por ciento de cumplimiento de la Ley. En cambio, a enero de este año, 18 de las 19 Direcciones Generales cuentan con Oficinas de Acceso a la Información pública, lo que equivale a un 95 por ciento de cumplimiento del mandato de la Ley.

De 15 organismos descentralizados con que cuenta el Estado, en el período enero-julio del 2007, sólo 8 tenían Oficinas de Acceso a la Información, para un nivel de cumplimiento de un 53 por ciento. En enero de este año, ese número ha aumentado a 10, igual a un 67 por ciento.

De 7 de pendencias vinculadas a la Seguridad Social, 3 tenían Oficinas de Acceso a la Información pública en el período enero-julio del 2007, lo que representaba un nivel de cumplimiento de un 43 por ciento.

En enero de este año, de esas 7 entidades 4 cuentan con Oficinas de Acceso a la Información para un 57 por ciento, porcentaje que aún está muy por debajo de lo que se espera.

De cuatro entidades que dependen de la Presidencia de la República (Oficina Técnica de Transporte Terrestre, Dirección Nacional de Control de Drogas, Oficina Metropolitana de Transporte y el Despacho de la Primera Dama), en el período enero-julio del 2007, sólo una tenía oficina de acceso a la información, lo que representaba entonces sólo un 25 por ciento. Hoy esas 4 entidades tienen sus oficinas, lo que equivale al 100 por ciento del cumplimiento.

Otra de las áreas en las que es necesario continuar el trabajo para conformar las Oficinas de Acceso a la Información y sus respectivos responsables son los ayuntamientos. Aún cuando no disponemos de una información acaba al respecto, sí pudimos comprobar que el nivel de cumplimiento es aún limitado.

Junta Central electoral:

La Junta Central Electoral conformó su Oficina de Acceso a la Información (OAI) y nombre el responsable de esta unidad a fines del 2007, y desde entonces ha venido trabajando de manera activa, como se puede ver en las estadísticas.

En dos años de operaciones de la Oficina de Acceso a la Información –2008-2009 – la Junta Central Electoral ha recibido un total de 10,201 solicitudes, las mismas se formularon por vía electrónica y de manera presencial.

En el año 2008, la Junta Central Electoral recibió un total de 4,622 solicitudes de información – vía electrónica – no dispongo de datos de las solicitudes por otras vías, mientras que en el 2009, ese número por el mismo conducto fue de 5, 309, registrándose un incremento de 687 casos, equivalente a un aumento del 15 por ciento.

Resultados del primero de enero al 31 de diciembre del 2009:

En ese período, la Junta Central Electoral recibió un total de 5,579 solicitudes de información, de las cuales 5,309 se hicieron por vía electrónica, lo que equivale a un 95 por ciento, mientras que 270 se formularon de manera presencial, lo que es igual a un 5 por ciento. (19)

De las 5,579 solicitudes, el organismo dio respuesta en el plazo que establece la Ley – 15 días – a 5,396, igual a un 97 por ciento, mientras que 183 solicitudes están pendiente de respuestas lo que significa un 3 por ciento.

De las 5,309 solicitudes que se recibieron por la vía electrónica unas 5,170 fueron respondidas en el plazo fijado por la Ley, para un porcentaje de 97, mientras que, de esas solicitudes están pendientes unas 139, equivalente a un 3 por ciento.

De las 270 solicitudes que se formularon de manera personal, la Junta respondió unas 226 en el plazo fijado por la legislación, lo que es igual a un 84 por ciento de cumplimiento, en tanto que están pendientes de respuestas unas 44 solicitudes, igual a un 16 por ciento.

Las áreas que experimentan un mayor número de solicitudes de información son las del Registro Civil con un 30 por ciento, Cedulación con un 22 por ciento, Registro Electoral con un 14 por ciento y el restante 34 por ciento se refiere a informaciones vinculadas a otras áreas de la Junta Central Electoral.

Sentencias que han marcado las pautas:
Caso Huchi Lora

Durante los seis años que tiene de vigencia la Ley 200-04, Sobre Libre acceso de la Información Pública, se han registrado muchos casos de denegación de información, pero la mayoría de las personas impedidas de obtener la información solicitada, no han hecho uso de los recursos establecidos en la legislación, para hacer valer sus derechos.

Aquí haremos referencia a dos casos que entendemos son los más significativos, consistentes en la demanda de información formulada por el periodista Luis Eduardo Lora (Huchi), a la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), y el de un grupo de asociaciones que solicitó información a la sindicatura de Neyba, una ciudad ubicada en el Suroeste a 180 kilómetros de la capital.

El más difundido y de mayor impacto de los dos casos, fue el de Huchi Lora quien – en ocasión de la construcción del Metro de Santo Domingo– solicitó a la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), copia de los planos aprobados por la Secretaría de Obras Públicas, como lo establece le Ley, copia de los estudios geográficos que garantizan la calidad y durabilidad de la obra, estudios de refracción sísmica para medir las velocidades de propagación de las ondas sísmicas de corte a lo largo del trazado, los estudios de geo-resistividad eléctrica para identificar la presencia de cavernas por la zona donde se construiría la vía del metro.

Ante la negativa de esa entidad de proporcionar las informaciones requeridas por el periodista Lora, bajo el alegato de que se trataba de asunto de seguridad, Lora elevó un Recurso de Ampara por ante el Tribunal Contencioso Tributario y Administrativo, que falló a su favor y ordenó a la OPRET entregar los documentos requeridos y al pago de un astreinte de cinco mil pesos por cada día de retraso en la entrega de los documentos.

La sentencia fue recurrida en Casación por ante la Suprema Corte de Justicia, por la OPRET, lo mismo hizo el Procurador General Tributario y Administrativo.

Entonces la Suprema procedió a fusionar los recursos ya que ambos trataban de la misma situación y, mediante la sentencia número 164, del 21 de mayo del 2008, falló de la manera siguiente:

Primero rechazó el Recurso de Casación interpuesto por la OPRET,
Segundo declaró inadmisible el Recurso de Casación incoado por el Procurador General Tributario y Administrativo. (20)


La decisión de la Suprema Corte de Justicia ordenó a la OPRET la entrega de los documentos solicitados por Lora, pero para sorpresa de todos, al “recibir una gran cantidad de cajas de documentos, según expresó Lora, se pudo establecer que no se había cumplido con las disposiciones legales en este tipo de construcción”, (21)

Además, la sentencia sirvió para crear un precedente histórico, no sólo por la parte jurisprudencial que crea, sino también por creó una especie de apertura para que los ciudadanos puedan actuar en reclamo de información.

Caso Neyba, Bahoruco:

Otra sentencia de gran valor, para estos fines, y que nos permitimos tomar como referencia fue la número 02, dictada por el Juzgado de Primera Instancia de Neyba, provincia Bahoruco, actuando como Tribunal de Amparo, del 28 de marzo del 2008, en el caso de denegación de información por parte del Síndico Ayuntamiento de Monserrate, Municipio de Tamayo, que fue solicitado por un grupo de asociaciones consiste en copias de los estados de cuentas del mes de enero a diciembre del 2007, nóminas de empleados y jornaleros, informe de los gastos de personal y servicios, informes de los pagos de deudas anteriores. (22)

La sentencia obligó al síndico a entregar a las asociaciones las informaciones requeridas.

Como se puede apreciar, se trata de dos sentencias que han puesto de manifiesto que cuando se ejerce el derecho previsto en la Ley 200-04, Sobre Libre Acceso a la Información Pública, se obtienen resultados.

Lo que sucede muchas veces, es que las personas ante la negación de las informaciones solicitadas, dejan las cosas así, y no hacen uso de los mecanismos que la misma legislación pone a disposición de ellos, con todas las posibilidades de obtener ganancia de causa.

Escasa difusión y poco uso de la Ley por parte de los ciudadanos:

Un hecho que llama la atención es la escasa difusión que ha tenido la Ley de Libre Acceso a la Información Pública, a pesar de su importancia, lo que ha impedido que la misma sea conocida ampliamente por toda la sociedad.

En amplios segmentos de la población se tiene la creencia de que se trata de una legislación que sólo está al servicio de periodistas y algunas instituciones, cuando en realidad es un mecanismo del que puede y debe hacer uso todo ciudadano que desee obtener cualquier información de las empresas e instituciones que reciben fondos públicos.

Esa escasa difusión, como es natural, se ha traducido en un limitado ejercicio de la misma, pesar de ser una legislación de extraordinaria importancia para el ejercicio de la comunicación pública y para alcanzar un mayor grado de transparencia en las funciones públicas.

Conclusiones:

Luego de esta mirada al panorama de la comunicación pública y la transparencia en la República Dominicana, podemos llegar a la conclusión de que la Ley 200-04, no ha tenido el nivel de difusión necesario para que sea conocida por los ciudadanos, y a la vez puedan hacer uso de la misma con el propósito de fortalecer el ejercicio de la democracia.

El poco conocimiento que tiene la población de los alcances de la Ley, la confusión de que la misma es de uso exclusivo de los periodistas, ha mermado su aprovechamiento y, por tanto, los depositarios de las informaciones la manejan de forma poco transparente.

Otro aspecto que se advierte en el ejercicio de la Ley es que algunas instituciones entregan las informaciones incompletas y con retraso injustificado, lo que en cierta manera se traduce en un perjuicio para el solicitante, porque muchas veces al obtenerla no le sirve para los propósitos que fue solicitada.

Los que son afectados con la denegación de la información, en su gran mayoría, no hacen uso del recurso contemplado en la Ley, por lo que la gestión se queda trunca.

Muchas instituciones, a fin de no entregar la información demanda, se escudan en el supuesto hecho de que están en proceso de creación de sus Oficinas de Acceso a la Información, de nombramiento de los responsables y en remodelación de la página Web.

Muchas empresas tienen sus páginas habilitadas, pero no colocan en las mismas todas las informaciones que debe conocer la ciudadanía, lo cual es otra forma de negación de la información.

Notas:

1) Guía de acceso a la información pública para el monitoreo ciudadano de
la gestión pública en la República Dominicana.

2) Ley de transparencia en el gobierno, de Puerto Rico, del 29 de julio
2009.

3).- La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

4).- Convención Interamericana sobre Derechos Humanos (pacto de San
José, Costa Rica, del 7 al 22 de noviembre del 1969).

5).- El pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del 16 de diciembre de 1966.

6) constitución de la República, artículo 44, acápite 2.

7) Ibidem.

8) decreto No. 322-97, de julio del 1997.

9) Decreto 39-03.

10) Ley 200-04 sobre Libre Acceso a la Información Pública.

11) Decreto No. 101-05.

12) Decreto 287-06.

13) Ley No.340-06.

14) Decreto 324-07.

15) Documentos suministrados por el Congreso Nacional.

16) Documento suministrado por la Suprema Corte de Justicia.

17) Tercer informe del observatorio de Participación Ciudadana a la Ley de
Libre Acceso a la Información Pública, realizado en el período enero-
julio del 2007.

18) Investigación realizada por Juan Antonio Mejía.

19) Documentos facilitados por la Junta Central Electoral.

20) Sentencia de la Suprema Corte de Justicia No. 164, del 21 de mayo del
2008.

21).- Comentarios de Luchi Lora en su programa El Día

22).- Sentencia No. 02, del Juzgado de Primera Instancia de Neyba, Provincia Bahoruco, del 28 de marzo del 2008.

* Se incluyó a la Suprema Corte de Justicia por la gran responsabilidad
de ese organismo en los procesos electorales.

viernes, 6 de agosto de 2010

Escuela de Frankfurt

Este documento es importante para estudiantes de comunicación y Sociología de la Comunicacion, por favor, consúltelo.

La escuela de Frankfurt

¿Qué es la Escuela de Frankfurt?
La Escuela de Frankfurt es una escuela de pensamiento e investigación social surgida a partir del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Frankfurt am Main, en Alemania. El término “Escuela de Frankfurt” es un término informal empleado para referirse tanto a los pensadores miembros del Instituto de Investigaciones Sociales como a aquellos influenciados por él. No existe ninguna institución formal con este nombre.Inspirándose en Marx, Freud y Weber, la Escuela de Frankfurt sintetizó filosofía y teoría social para desarrollar una teoría crítica de la sociedad contemporánea.Teoría críticaParece evidente que la elección de la frase “teoría crítica de la sociedad” para describir su doctrina responde en gran parte a la necesidad de encontrar una etiqueta menos controvertida que la de “marxismo”, y más general Sin embargo, esta no es la única razón para la elección del nombre. No menos importante fue el hecho de que, en el contexto de la ortodoxia marxista-leninista, estaban conectando con la epistemología de la obra de Marx, que se presentaba a sí misma como una “crítica”.La Escuela de Frankfurt entendía esta crítica de Marx como una crítica a la realidad social existente en términos del potencial para la libertad y la felicidad que existía dentro de esa misma realidad. Primera etapaLas principales influencias sobre el pensamiento de la primera generación de la Escuela de Frankfurt:La situación histórica: transición del capitalismo emprendedor de pequeña escala al capitalismo monopolista y al imperialismo.Teorías de Weber: análisis histórico comparativo del racionalismo occidental referido al capitalismo, al estado moderno, a la racionalidad científica secular, a la cultura, y a la religión.Teorías de Freud: descubrimiento del subconsciente; importancia del complejo de Edipo; anális de las bases psicológicas del autoritarismo y del comportamiento social irracional. Crítica del positivismo: crítica del positivismo, al que se considera expresión del conformismo, como filosofía, como método científico y como ideología política.Modernismo estético: liberación del subconsciente; conciencia de estar viviendo en una época única.Teoría marxista: crítica de la ideología burguesa; crítica de la alienación del trabajador; materialismo histórico; la historia es vista como una lucha de clases y de explotación del trabajador bajo distintas formas en cada época histórica.Teoría de la cultura: crítica de la cultura occidental como la cultura de la dominación de la naturaleza, tanto la interior como la exterior; diferenciación dialéctica de las dimensiones emancipadoras y represivas de la cultura elitista.Todas estas influencias se combinaron para crear la Teoría crítica de la cultura (primera generación). Los teóricos críticos desarrollaron una teoría integradora de las estructuras de dominio presentes en la civilización industrial avanzada y de la dialéctica a través de la cual se suprime el potencial emancipador de la sociedad moderna.La reunión fundacional tuvo lugar en verano de 1924, y fue presidida por Georg Lukacs. Los principales teóricos de esta primera etapa son: Max Horkheimer, Theodor W. Adorno, Walter Benjamin, Herbert Marcuse, Leo Lowental, Friedrich Pollock, y Erich Fromm.El Instituto tuvo un efecto enorme sobre la sociología (en especial sobre la estadounidense) de la época a través de su obra “La personalidad autoritaria”, donde se explica que la afirmación de unos valores universales, e incluso de la verdad, es una seña de identidad del fascismo. La hipótesis de “La personalidad autoritaria” derivada de esta afirmación contribuyó en gran medida a la aparición del concepto de “contracultura”. La naturaleza del marxismo fue el otro gran tema de investigación del Instituto, y fue en este contexto que surgió el concepto de “teoría crítica”. El término servía a varios propósitos; en primer lugar, contrastaba con las nociones tradicionales de pensamiento, que estaban influenciadas en gran medida por el positivismo y por el cientificismo. En segundo lugar, el término les permitía evitar ser etiquetados como “marxistas”. En tercer lugar, les ligaba a la “filosofía crítica” de Immanuel Kant. En un contexto intelectual marcado por un lado por un dogmatismo positivista y cientificista, y por un “socialismo científico” dogmático por el otro, la teoría crítica significaba la rehabilitación del espíritu revolucionario en un momento en que parecía haber entrado en declive.Segunda etapaLa mayor aportación a la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt por parte de su segunda generación se centra en dos obras hoy en día consideradas clásicos del pensamiento del siglo XX: “La dialéctica de la Ilustración” (1944) de Horkheimer y Adorno, y la “Minima Moralia” (1951) de Adorno. En estas obras, la crítica al capitalismo se torna en una crítica a la civilización occidental. De hecho en “La dialéctica de la Ilustración” la “Odisea” aparece cómo paradigma de la conciencia burguesa. La racionalidad de la civilización occidental es presentada como una fusión entre dominio y racionalidad tecnológica, encaminada a someter tanto a la naturaleza interna como a la externa. Sin embargo, en este proceso, el propio individuo es inevitablemente engullido. Adorno, que había recibido educación musical, escribió “La filosofía de la música moderna”, en la que, en esencia, critica el concepto de belleza, ya que considera que ha pasado a formar parte de la ideología de la sociedad capitalista avanzada. El arte y la música de vanguardia son las únicas formas de expresión que preservan la verdad al captar la realidad del sufrimiento humano.Tercera etapaDesde 1950 hasta la muerte de Adorno en 1969 y de Horkheimer en 1973, se llevan a cabo las aportaciones teóricas y metodológicas de la teoría crítica. Los teóricos críticos reconocen que las formas de opresión de la sociedad capitalista han cambiado. Durante esta etapa, el Instituo de Investigación Social se reestableció en Frankfurt (aunque muchos de sus miembros se quedaron en Estados Unidos), con el objetivo no sólo de continuar con sus investigaciones sino de convertirse en una fuerza dominante en la educación y la democratización de la Alemania Occidental.En esta tercera etapa, Horkheimer y Adorno se centraron en reformular la teoría crítica para adaptarla a la nueva época. En “Dialéctica negativa”, Adorno se esfuerza en rehacer la teoría crítica de forma que no pueda ser controlada por las estructuras de poder. Adorno sugiere que el “pecado original” del pensamiento es su intento por eliminar todo lo que no sea pensamiento. Esta reducción convierte al pensamiento en cómplice de la dominación.“Dialéctica negativa” marca el fin de la tradición frankfurtiana de situar al individuo como blanco de sus críticas. Sin una clase obrera revolucionaria, la Escuela de Frankfurt ya no tenía a nadie sobre quien apoyarse salvo el individuo. Esta postura ayudó a preparar el camino para la cuarta fase de la Escuela de Frankfurt, marcada por la “teoría de la comunicación” de Habermas.Cuarta etapaLa obra de Habermas se centra en los intereses tradicionales de la Escuela de Frankfurt (la racionalidad, el sujeto humano, la socialdemocracia, y la dialéctica), y supera una serie de contradicciones que habían debilitado a la teoría crítica desde su concepción: las contradicciones entre los métodos materialistas y trascendentales, entre la teoría social marxista y las posturas individualistas del racionalismo crítico, y entre los fenómenos culturales y psicológicos por un lado, y la estructura económica de la sociedad por otro. La Escuela de Frankfurt había evitado hasta entonces adoptar una posición clara sobre la relación entre los métodos materialistas y trascendentales, lo que había generado una gran confusión entre sus lectores. La epistemología de Habermas sintetiza estas dos tradiciones al demostrar que el análisis fenomenológico y trascendental puede ser incluido dentro de una teoría materialista de evolución social, mientras que la teoría materialista sólo tiene sentido como parte de una teoría trascendental de sabiduría emancipadora que es el reflejo de la evolución cultural. La naturaleza a la vez empírica y trascendental de la sabiduría emancipadora se convierte así en el cimiento de la teoría crítica.Al situar las condiciones de la racionalidad en la estructura social del uso del lenguaje, Habermas traslada el origen de la racionalidad del sujeto autónomo a los sujetos en interacción. La racionalidad no es una propiedad de los individuos como tales, sino de las estructuras de comunicación. Así Habermas consigue superar la postura ambigua del sujeto en la teoría crítica tradicional. La sociedad capitalista tecnificada no debilita la autonomía y la racionalidad del individuo a través de la dominación directa sobre el mismo, sino a través de la suplantación de la racionalidad comunicativa por una racionalidad tecnológica. Y, en su esbozo de la ética comunicativa como la etapa superior dentro de la lógica interna de la evolución de los sistemas éticos, Habermas la situa como potencial piedra angular de una nueva práctica política que incorporaría los imperativos de la racionalidad evolutiva.
Personajes de la Escuela de Frankfurt
Max HorkheimerHijo de un fabricante judío, nació el 14 de febrero de 1895 en Stuttgart. Abandonó los estudios en 1911 para aprender un oficio y ayudar en la fábrica de su padre y participó en la I Guerra Mundial. Al finalizar esta, terminó el bachillerato y decidió estudiar Filosofía y Psicología en Munich, Friburgo y
Frankfurt, donde conoció a Theodor Adorno. Defendió su tesis doctoral en 1922 bajo la dirección de Hans Cornelius, con un trabajo sobre la antinomia del juicio teleológico. Tres años después presentaría su habilitación con un trabajo sobre la crítica del juicio de Kant. En 1926 comienza a trabajar en la Universidad de Frankfurt y se casa con Rosa Rieker. A partir de 1930 pasa a formar parte, junto a Fromm y Marcuse, del Instituto para la Investigación Social (IIS), siendo nombrado director del mismo al año siguiente. Entre 1932 y 1939 se encargaría de mantener la publicación de la Revista para la Investigación Social. A esta época pertenecen obras como Materialismo, metafísica y moral y otros artículos publicados en la Revista de Investigación Social (RIS). En 1933, al cerrarse el instituto, se vio obligado a abandonar Alemania, pasando por Suiza y terminando en la Universidad de Columbia (Nueva York), donde Horkheimer instala el Instituto. A comienzos de los 40 escribirá, junto a Adorno Dialéctica de la Ilustración. En los años 40 dirigió también un estudio sobre el antisemitismo, publicando diferentes obras y artículos al respecto. En 1949 vuelve a Alemania y trabaja como profesor de Filosofía social en la Universidad de Frankfurt, reabriendo un año después el Instituto. Entre 1951 y 1953 fue rector de esta Universidad. En estos años continúa con sus estudios sociológicos y publica obras críticas como Crítica de la razón instrumental, Ocaso, o Teoría tradicional y teoría crítica, donde recopila artículos anteriores. En estos años su reflexión recupera a Schopenhauer y la religión judía que aprendiera en su familia. En 1959, convertido ya en profesor emérito, emigra a Lugano, donde continuará con su labor filosófica. Murió el 7 de julio de 1973 en Nüremberg. Theodor W. AdornoAdorno nació el 11 de septiembre de 1903 en Frankfurt. Hijo de un comerciante de vino y de una cantante italiana. Durante su época de estudiante entabló amistad con Sigfrid Kracauer. Estudió música, psicología, filosofía y sociología, y durante su época universitaria conoció a Max Horkheimer y Walter Benjamin. En 1924 defendió su tesis doctoral sobre Husserl. En 1925 y 1926 fue alumno de Schönberg y Berg en Viena. En 1931 terminó su habilitación bajo la dirección de Paul Tillich, con un trabajo sobre la construcción de lo estético en Kierkegaard. Durante los años 30 combinó su colaboración con el Instituto para la Investigación Social (IIS) con otras tareas para revistas musicales y culturales. Ante el aumento del totalitarismo y la persecución judía, Adorno emigró a Oxford en 1934, ejerciendo la docencia en Merton. En 1938, un año después de su boda con Gretel Karplus, emigró a Nueva York donde pasó a colaborar intensamente con el IIS, instaurado temporalmente en la ciudad americana. Entre 1942 y 1944 se instala en California y trabaja junto a Horkheimer en Dialéctica de la Ilustración. Entre 1944 y 1949 dirigió un proyecto de investigación sociológica en Los Ángeles centrado en el estudio de la discriminación social. En 1949 vuelve a Alemania y reanuda su labor dentro del IIS. En los 50 publica obras cumbres como Minima moralia y desarrolla nuevos proyectos de investigación sobre el carácter totalitario y fascista. En 1959, un año después de tomar la dirección del IIS, pasa a ser profesor de la Universidad de Frankfurt. En los 60 seguirá desarrollando su teoría sociológica, enfrentándose con Karl Popper, y continuará manteniendo un claro compromiso político: aunque rechazaba cualquier forma de manifestación violenta, su crítica se dirigía permanentemente contra todo abuso de poder. A esta última década pertenecen obras tan importantes como Dialéctica negativa, Estudios sobre Hegel, o Teoría estética.Jürgen HabermasNació el 18 de julio de 1929 en Düsseldorf. Estudió filosofía, psicología, literatura alemana y economía en la Universidad de Gotinga, Zurich y Bonn, donde defendió su tesis doctoral sobre Schelling. En 1955 contrajo matrimonio con Ute Wesselhoeft y al principio trabajó como periodista, hasta que Adorno le invitó a formar parte del reinaugurado Instituto para la Investigación Social (IIS) en Frankfurt. Allí entra en contacto con la Investigación Social empírica y reorienta sus intereses hacia la teoría crítica de la sociedad. En 1961 defiende su habilitación, centrada en el concepto de sociedad civil. Pasó así a ser profesor de la Universidad de Heidelberg, aunque siguió colaborando con el IIS con un proyecto de investigación sobre el movimiento estudiantil. Entre 1964 y 1971 ejerció como profesor en la Universidad de Frankfurt, y se convierte en uno de los principales representantes de la Teoría Crítica, publicando obras como Conocimiento e interés. En 1971 se traslada a Starnberg como director del Instituto Max Planck, continuando con su labor de investigación, con obras como Problemas de legitimación en el capitalismo tardío. En esta época recibe el reconocimiento de diferentes círculos intelectuales, materializado en diversos premios: el premio Hegel (Stuttgart, 1974), el premio Sigmund Freud (Darmstadt, 1976), y con el premio Adorno (1980). En 1981 publica su obra más importante: Teoría de la acción comunicativa y en 1983 es nombrado miembro de la Academia Alemana de la Lengua y la Poesía en Darmstadt. Entre 1983 y 1994 trabaja como profesor de Filosofía Social y Filosofía de la Historia de la Universidad de Frankfurt, publicando obras como Conciencia moral y acción comunicativa, o El discurso de la modernidad. Es nombrado doctor honoris causa por múltiples universidades y en Facticidad y validez reivindica una teoría normativa del Estado de derecho. Desde entonces no ha parado de recibir el reconocimiento internacional en forma de premios, y ha ido ocupando un lugar cada vez más relevante en el panorama intelectual no sólo alemán, sino también europeo, de modo que su pensamiento se ha convertido en un auténtico referente moral de nuestro tiempo. Walter Benjamin Filósofo, filólogo e historiador del arte, se especializó en temas de teoría de la literatura, en teoría del arte y en historia. Obras como El concepto de crítica de arte en el romanticismo alemánLa obra de arte en la época de su reproducibilidad técnica o El origen del drama barroco alemán se han convertido en clásicos de referencia obligada en el campo de la estética. Sus intereses filosóficos le llevaron a estudiar el marxismo y entabló también amistad con Bertold Brecht. Sus escritos sobre filosofía de la historia y los contactos que mantuvo con Adorno, y con otros miembros de la Escuela de Frankfurt, le hubieran convertido en uno de sus autores más importantes, de no ser por la prematura muerte de Benjamin en 1940.Erich Fromm Psicólogo alemán, especializado en el psicoanálisis. Formó parte de la Escuela de Investigación Social, que terminó abandonando por diferencias interpretativas de la teoría de Freud. Si hay que caracterizar la teoría psicológica de Fromm con una sola palabra, la más adecuada sería, sin lugar a dudas, “humanismo”. A través de obras como El arte de amar, Ser o tener, o El miedo a la libertad, Fromm construye una crítica a las sociedades occidentales, a la vez que intenta ofrecer al individuo posibles vías de escape a la instrumentalización a la que le somete la sociedad. Georg Lukács Filósofo y crítico literario húngaro, especializado en el marxismo. Estudió con Ernst Bloch, y también se interesó por el neokantismo. En su obra Historia y conciencia de clase, intenta renovar y prolongar la interpretación marxista de la sociedad, repensándola a la altura de su tiempo. Su labor como intérprete y continuador de la tradición marxista le llevó a ser miembro fundador de la Escuela de Frankfurt.Herbert MarcuseFilósofo alemán, que durante unos años trabajó dentro de la Escuela de Frankfurt. Los temas centrales de su pensamiento giran en torno a la crítica de las sociedades capitalistas occidentales. Entre sus obras más destacadas, hay que citar Eros y civilización y El hombre unidimensional. Su pensamiento jugó un importante papel en las revueltas estudiantiles de los años 60, cuando Marcuse se convirtió en uno de los filósofos que inspiraron estos movimientos. Friedrich Pollock Economista, sociólogo y filósofo, especializado en el marxismo. Fue el encargado de desarrollar toda la vertiente económica del proyecto de Teoría Crítica. Como otros miembros de la Escuela , se vio obligado a emigrar a Nueva York en 1933. A su vuelta, trabajó como profesor de la Universidad de Frankfurt, dedicando sus esfuerzos a la crítica del capitalismo y a los mecanismos económicos que puedan llegar a ejercer diferentes grados de dominación sobre el ser humano.
La influencia de la escuela de Frankfurt en la historia
Relativismo moral: Freud y la Escuela de FrankfurtNo existe ninguna prueba científica que demuestre la existencia del subconsciente, del “id”, del complejo de Edipo, o de ningún otro concepto freudiano de importancia. Freud dijo una vez que el psicoanálisis era como una religión: no se puede demostrar, pero se debe aceptar como cuestión de fe. De hecho, una vez Carl Jung escribió a Freud una carta sugiriéndole que estableciera públicamente el psicoanálisis como una religión formal; Freud rechazó la sugerencia. Sin embargo, es posible que fuera este aspecto religioso lo que llevó a la Escuela de Frankfurt a fijarse en Freud en los años 30. El húngaro Georg Lukacs fundó la Escuela de Frankfurt con el objetivo de provocar cambios sociales masivos. Lukacs era marxista, pero la técnica que planteó es válida para cualquier otra ideología. Lukacs decía que había que sumir a las personas en el pesimismo, que había que hacerlas creer que vivían en un “mundo olvidado por Dios”. Al mismo tiempo, el nuevo movimiento social que se intentaba crear debería poseer las características de una religión, aunque, por supuesto, sin la figura de un Ser Supremo. De hecho, Lukacs llegó a estudiar en profundidad la secta de Baal Shem, una secta cabalista judía, además de varias herejías medievales cristianas, con el propósito de encontrar lo que él llamaba “ideas mesiánicas” que pudiesen ser incorporadas al marxismo.Las teorías de Freud encajaban perfectamente con lo que andaba buscando; era como volver a las sectas gnósticas de la Edad Media. Suponía el regreso de los demonios, sólo que ahora el mal surgía de la mente de cada uno, y se necesitaban nuevos sacerdotes para salvar a la humanidad. La divulgación de las teorías de Freud por la Escuela de Frankfurt es la razón fundamental por la que el psicoanálisis llegó a ser tan influyente en Estados Unidos tras la II Guerra Mundial. La Escuela de Frankfurt ayudó a mucha gente a darse cuenta del mal estado de su salud mental; de como debían romper con las imposiciones autoritarias que les volvían neuróticos, de cómo debían resistirse a la imposición de valores universales y aferrarse a un sano hedonismo individualista.Ahora bien, la teoría de Freud distaba mucho de ser perfecta. Freud decía que la personalidad de cada individuo era el resultado de la interacción de la biología—esto es, de los impulsos instintivos humanos transmitidos por herencia de generación en generación—con las experiencias propias del proceso de crecimiento y maduración en el seno de una familia. Freud pensaba que todas las personas eran muy similares entre sí, porque los impulsos instintivos eran los mismos para todo el mundo y porque las estructuras familiares diferían muy poco. La Escuela de Frankfurt corrigió a Freud al afirmar que cada cultura presentaba unos rasgos psicológicos distintivos, porque las distintas estructuras familiares transmiten ideas de autoridad y moralidad de formas muy distintas.De esta manera, para conseguir liberar el “eros” y lograr una mente sana, lo más importante es descubrir aquello que distingue a una cultura de las demás. Y estas diferencias no vienen dadas por la genética sino por la cultura, transmitida a través de las familias. Así, la Escuela de Frankfurt logró demostrar científicamente que la mentalidad de los negros no es la misma que la de los blancos, y no por diferencias genéticas sino porque las culturas de ambas razas son, en esencia, distintas.Basándose en esta afirmación, la Escuela de Frankfurt pasó a defender que todos los valores morales son relativos. Y es por esto que, hoy en día, la corriente de pensamiento dominante entiende que los valores universales son propios del autoritarismo, y que las estructuras familiares deben ser cambiadas, o incluso destruidas, para dejar de imponer estos valores obsoletos a los jóvenes. La construcción de la New LeftAunque la formaron una corriente distinta, la New Left tiene muchos elementos de la Escuela de Frankfurt.La historia entera de la izquierda se desarrolla en lo que podríamos llamar Europa continental, y aun en muy pocos países de ella. Siempre se ha dicho que en Estados Unidos no ha habido un verdadero socialismo y que el laborismo ingles es fenómeno asaz particular como para que tenga una fácil exportación.Esto ha sido así hasta que el siglo XX dobla su primera mitad. El marxismo se dispone a pasar el canal e incluso, con los primeros superconstelations (aviones de grandes dimensiones para pasajeros), da el salto atlántico. En Inglaterra se difunde la poderosísima The New Left Review y en estados Unidos se teje el efímero, pero enormemente influyente, movimiento de la Nueva Left.La nueva izquierda se define así en Estados Unidos más por oposición a la vieja izquierda liberal y en parte trotskista que por mimetismo de sus parientes ingleses. No se trataba tanto de una rebelión generacional como un intento, por parte de los jóvenes, de poner punto, de realizar de verdad las aspiraciones de sus padres.Los primeros líderes estudiantiles de finales de los cincuenta y primeros sesentas fueron en USA lo que se llamo red diaper babies o niños de los pañales rojos. Procedían de familias neoyorquinas con un fuerte peso judío e inmigrante, receptoras del marxismo europeo y también de Freud. Pronto se amplía la base y se añaden algunos líderes de color, feministas y otros activistas universitarios que se enfrentan a la sangría de Vietnam y la insubordinación de las minorías. Todo demasiado heteróclito, demasiado efímero, aunque solo fuera por la condición estudiantil de muchos de sus miembros. Frente a lo que ha podido decirse, los líderes de la New Left eran, por lo general, estudiantes aplicados. La new Left no llego nunca a ser una organización y mucho menos un partido político. Su éxito fue instantáneo en los campos universitarios en un momento de afluencia económica que permitía una enorme autonomía a los jóvenes.A costa de su propia disolución , en el corto periodo que va de 1968 a 1972 la New Left triunfó en determinadas operaciones concretas en las puso un a enormes dosis de pragmatismo: el fin de la tranquila sumisión de la raza negra, la retirada de Vietnam que tuvo que hacer el ejercito mejor pertrechado de toda la historia , el replanteamiento de ciertos aspectos de las relaciones interpersonales (Igualdad de la mujer, despenalización del aborto o de las relaciones homosexuales), que desde entonces han seguido su marcha inexorable en todo el mundo. En síntesis, la New Left triunfo precisamente por pasar a ser lo que mas le repugnaba: reformista. De ahí que las condiciones para una revolución terminen en 1968 con el estallido de una esporádica rebelión estudiantil.La New Left, frente a la vieja izquierda, se resuelve en una cuestión de estilo, de talante estético. Es la distancia que va del jazz al rock. L a vieja izquierda americana se había cultivado en la atmósfera aislacionista y depresiva de los años treinta. Sus hijos se mueven en el clima internacionalista y económicamente afluente de la era kenediana y la de sus sucesores. La vieja izquierda se cierra en Nueva York y la nueva izquierda se abre en numerosos campus universitarios, de modo singular en la zona de Chicago y en la de San Francisco. La vieja izquierda era más que nada antifascista, y en algunos casos admiradoras de la revolución bolchevique; de ahí su compromiso con la guerra civil española. La nueva izquierda mira con suspicacia el experimento soviético y lo que le preocupa es el Friendly Fascism (un sugestivo titulo de Bertram Gross).La vieja izquierda estaba encantada con la planificación estatal. La nueva izquierda es antiburocrática, antiautoritaria y pacifista. Su compromiso es contra la guerra de Vietnam y en todo caso a favor de las luchas guerrilleras de liberación de ciertas minorías raciales o de algunos países coloniales. A la vieja izquierda le fascina el Marx de El capital y a la nueva izquierda le encanta el joven Marx, que permite hablar de la alineación y de la liberación personal. La vieja izquierda se sentía agradecida de la recepción de los Estados Unidos había dispensado a los emigrantes políticos de Europa. La nueva izquierda abjura del nacionalismo americano,(y, por tanto , del anticomunismo en que desembocaban tantos viejos izquierdistas) y proyecta la mala conciencia que supone vivir bien como supone vivir bien como consecuencia del centralismo del imperio americano. Para los viejos izquierdistas los problemas son parte de la solución. Para los nuevos izquierditas la solución es parte del problema. Lo que para los primeros es pragmatismo, para los segundos es oportunismo. La vieja izquierda todavía iba en busca del histórico proletariado. La nueva izquierda se construye en el proletariado sustitutivo. No se sabe quién se equivocó más. Los viejos izquierdistas escribían libros. Los nuevos líderes estudiantiles de los años 60 redactan manifiestos, hacen declaraciones por televisión y emborronan las paredes con pintadas. El hito de 1968 es un aviso de la temible crisis, el apogeo y el anuncio del fin de la guerra vietnamita, las ultimas manifestaciones, masivas y extendidas a todo el mundo, de la protesta estudiantil.Marcuse, miembro de la Escuela de Frankfurt, mantiene un doble papel: académico y conservador en el campo profesional y fuera de él una actitud militante, belicosa, y enormemente influyente.La revolución sexualNumerosos miembros de la escuela de Frankfurt influyeron de manera muy importante en la construcción de una nueva visión de la naturaleza humana en relativo a la índole sexual. Libros que marcaron época fueron El arte de amar de Fromm o El orgasmo femenino de Reich o las obras de Freud que se reanimaron. Este cambio de visión de las relaciones humanas hizo replantearse la moralidad sexual junto al comportamiento humano en general. Las nuevas teorías sostienen que la moral reinante era represiva y exigían una mayor libertad en la variedad de comportamientos sexuales.La revolución sexual fue aprovechada por las mujeres para exigir la igualdad en derechos e innovar comportamientos. Uno de los conceptos mas importantes y ya utilizados en el siglo anterior era el Amor libre de marcada ideología anarquista.De los grupos sociales más influenciados por estas teorías son los hippies, famosos por sus ideales del amor y la paz. Los valores eran el hedonismo y el culto al cuerpo, el liberacionismo como la separación del sexo de la procreación (con los avances científicos en el campo de los anticonceptivos llegó a ser posible), autonomía juvenil y el desprecio a la jerarquía y a la autoridad.Los movimientos feministasEsta nueva forma de vivir la sexualidad en una sociedad cerrada, motivó los movimientos feministas con una clara diferencia de los movimientos de principio de siglo, las sufragistas, el movimiento renació con unos propósitos mucho mas ambiciosos: además de la igualdad de genero y otros derechos como el del aborto, proponían un nuevo modelo en la relación entre hombres y mujeres, en la constitución misma de la identidad personal y en la de la célula social básica que regula estos procesos: la familia.¿A que se debe esta situación? Por ese entonces (el periodo 1950-1960) había desigual de sexos, de razas, de clases sociales, países industrializados y tercermundistas…etc. Esto seria el campo de cultivo para la ampliación de los derechos civiles. El progreso tecnológico había creado las condiciones para una liberación respecto de la obligación del trabajo, para una ampliación del tiempo libre. Marcuse considera que ello permitirá la liberación de las potencialidades reprimidas que, “así liberadas, crearán nuevas formas de realización y de descubrimiento del mundo, que a su vez otorgarán una nueva forma al reino de la necesidad, a la lucha por la existencia. Así se dan las condiciones para el surgimiento de una sociedad no represiva en la que se viva la felicidad del Eros liberado, la lógica de la satisfacción y no ya la de la represión”. El feminismo es la expresión de la insatisfacción que sufrían millones de mujeres recluidas entre las pareces de su hogar en esforzado cumplimento del papel de las campañas de feminización que se les había asignado: el papel de ama de casa, esposa y madre feliz, puso en evidencia el desfase entre la retórica y la realidad, una realidad que se demostraba vacía y frustrante. En 1969 se muestra el culmen de la causa feminista al tambalearse todas las bases del pensamiento capitalista. Las mujeres por su parte, sintieron que estas propuestas de transformación no las incluían e iniciaron la rebelión. El resultado fue un movimiento pluralista y flexible que fomentaba el trabajo colectivo, organizado en pequeños grupos de autoconciencia donde las mujeres pudieran compartir su experiencia individual, que rechazaba en lo posible la burocratización, pero sobre toda la jerarquización.,Del movimiento feminista se escindió una rama radical que consideraba al grupo femenino como grupo social oprimido y defendía una acción firmemente solidaria de las mismas frente a su contradicción fundamental: el hombre solo o en conjunto, afirmando que la compresión de la condición femenina debía provenir exclusivamente de análisis realizados por mujeres.Las revoluciones estudiantiles.1968 fue el año de las revoluciones estudiantiles, de estas la que más destaco fue el Mayo francés en los que influyo Marcuse azuzando a los estudiantes a resistir junto a otras figuras filosóficas como Sartre. El mayo del 60 no es una clase ni un partido ni un grupo revolucionario quienes intentan, de verdad, tomar el poder. En su lugar, es la imaginación la que desea sustituir al poder represor. El conflicto es entre estudiantes y policías, una lucha desigual. Lo más destacable de este acontecimiento fue la propaganda y sus eslóganes: Debajo de los adoquines está la playa, Prohibido prohibir.Seamos realistas, pidamos lo imposible. Esta rebelión pronto se expande por Francia donde más de la mitad de población trabajadora no campesina está en huelga. La ideología del Mayo francés es una mezcla de elementos voluntaristas, lúdicos, de exaltación de la juventud y de rechazo de la autoridad y la jerarquía. También destacan la apelación a la acción directa, un cierto gusto por la lógica surrealista, el desencanto del comunismo y el espontaneísmo juvenil, todo ello con la idea de que escandalizase a las clases bien pensantes.El general De Gaulle ante esta situación decide enderezarlo y advierte en unos de sus discursos con una frase muy irónica criticando el tono infantiloide: el recreo se ha terminado. Aunque los sucesos del Barrio Latino logran una difusión mundial, el moviendo decaerá ya que no alterara ni un ápice la estructura del poder. La contra manifestación gaullista de Pentecostés de 1968 resulta mucho mas voluminosa que todas las manifestaciones anteriores y todo quedo en un inacabable derroche de palabras. Más el Mayo del 68 mas que una revolución, fue un espíritu de lucha muy atractivo, todavía hoy reindinvicado.Críticas a la Escuela de FrankfurtLa Escuela de Frankfurt ha sido atacada desde numerosos frentes. Los liberales y los tradicionalistas atacan a la Escuela de Frankfurt por entender que es una forma de “marxismo cultural” que ataca a los valores tradicionales ya la familia. Desde la izquierda, hay posturas críticas con la Escuela de Frankfurt que opinan que no es más que una crítica romántica y elitista de la cultura de masas disfrazada de neomarxismo. Los marxistas critican a la teoría crítica por ser una expresión de idealismo burgués que no guarda ninguna relación inherente con la práctica política ni con ningún movimiento revolucionario actual. Karl Popper criticaba a la Escuela por haberse desentendio de la promesa de Marx de un futuro mejor: “La condena de Marx de nuestra sociedad tiene sentido porque la teoría de Marx contiene la promesa de un futuro mejor. Pero su teoría pierde todo su sentido su se la extirpa de esta promesa, como han hecho Adorno y Horkheimer.
__________________Etsi homines falles deum tamen fallere non poteris. (San Agustín)Todos estamos en las cloacas... pero algunos miramos hacia las estrellas (Oscar Wilde)

Psiconalisis y marxismo

Este texto ofrece importantes informaciones sobre la Escuela Crítica Europea, que puede ser aprovechada por los estudiantes de Sociología de la Comunicación.

Psicoanálisis y Marxismo
Teoría Crítica y Escuela de Frankfurt
Escuela de Frankfurt: Segunda generación
por Blanca MuñozUniversidad Carlos III, Madrid
De una manera convencional se puede fechar el paso de la "primera generación" a la "segunda generación" de la Escuela de Frankfurt a partir de la muerte de Max Horkheimer en l973. Fecha ésta que coincide con un cambio profundo y sustancial de la sociedad de capitalismo post-industrial. La "crisis del petróleo" conlleva un giro determinante en relación a los logros sociales que el Estado del Bienestar, articulado sobre un modelo económico keynesiano, representaba desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Esta situación explica, en gran medida, el interés que los continuadores de la Teoría Crítica van a tener por los nuevos procesos económicos, sociopolíticos y culturales, sólo que ahora se hace imprescindible la revisión epistemológica y metodológica de las grandes herencias teóricas que habían sido el fundamento de la "primera generación": Hegel, Marx y Freud. Así, pues, la obra de Max Weber entra como referencia básica a la hora de poder comprender globalmente las estructuras sociopolíticas de lo que Habermas denominará como capitalismo tardío; esto es, el capitalismo que requiere la intervención del Estado como gran regulador y mecanismo más de los procesos económicos de beneficio privado y sus leyes de oferta y demanda. La atracción hacia el análisis weberiano se explica por dos aportaciones sin las cuales sería poco menos que imposible un acercamiento objetivo a las transformaciones del capitalismo industrial en capitalismo postindustrial:
- En primer lugar, la renovación de la Epistemología y Metodología de la Ciencia Social a partir de la introducción de una concepción comprensiva ("Verstehen") del significado de la acción social. Significado en el que los valores forman parte determinante para entender no sólo los fenómenos sociopolíticos sino, a la vez, los de índole cultural e ideológica. Ahora bien, y como precisa Weber en su monumental Economía y Sociedad, la Ciencia Social puede "mediar" entre las Ciencias Nomológicas (las de la Naturaleza, construidas con leyes de regularidad empírica) y las Ciencias Ideográficas (las Históricas y Culturales en las que el "caso único", -el acontecimiento-, prevalece sin leyes repetibles y constatables) a través de la construcción de tipologías ideales (los "tipos ideales") que sirvan para taxonomizar las regularidades de los procesos históricos. De este modo, la "Teoría de las categorías sociológicas" con la que se abre Economía y Sociedad renovará la fundamentación de la "acción social" considerada como núcleo primero de la investigación sociopolítica.
- La otra aportación indispensable que la "segunda generación" de Frankfurt recibe de la obra weberiana, será su estudio sobre la Sociología y tipos de dominación. En este punto, coincidirán la totalidad de los neofrankfurtianos desde Habermas hasta Claus Offe, pasando por Oscar Negt y Alfred Schmidt. Los conceptos de legitimidad, racionalización, legalidad, burocratización, etc., son asumidos por los nuevos teóricos desde la tradición weberiana y neoweberiana, pero asignándoles unos matices de carácter crítico propios de la adcripción a la Escuela. Por consiguiente, el tema de lo social se va a examinar desde lo político y, a la inversa, lo político no se desvinculará de procesos sociales y culturales tan característicos del siglo XX como pueden ser la comunicación, la Opinión pública o los sistemas de valores colectivos, especialmente a este respecto la estructura ideológica de la Post-Modernidad. Tal y como hará, por ejemplo, Habermas.
La síntesis, entonces, entre Hegel-Marx-Freud de la "primera generación" deviene, a su vez, en una nueva conjunción entre Hegel-Weber en la "segunda generación". Así, por un lado, se trata de seguir dentro de la gran tradición de la Filosofía Clásica alemana del siglo XIX; mas, por otro, se busca enlazar lo filosófico con lo sociológico y politológico virando hacia un entendimiento de la sociedad en el que lo teórico y lo empírico se complementen. De esta exploración se derivará, a la par, la utilización de metodologías y epistemologías -es el caso del Funcionalismo y del paradigma sistémico- con las que se emprende una dirección innovadora dentro de la Teoría Crítica. Se podría decir, en consecuencia, que la "segunda generación", compuesta por nombres tan relevantes como los de Jürgen Habermas, Claus Offe, Oskar Negt, Alfred Schmidt y Albrecht Wellmer, se va a distinguir de los fundadores del Instituto para la Investigación Social fundamentalmente por su innegable investigación multiparadigmática. Esa labor de síntesis entre líneas de investigación aparentemente alejadas resulta ser una de las grandes aportaciones y la renovación más evidente de los continuadores de la Teoría frankfurtiana.
Autores y temáticas: Principales aportaciones
Para comprender esa posición epistemológica multiparadigmática a la que nos referiamos, se hace preciso un repaso específico de los autores más significativos y de sus planteamientos más esenciales. Por tanto, y del mismo modo que se hizo con la exposición sobre los miembros de la "primera generación", se irán exponiendo sus producciones intelectuales más representativas, destacando dentro de esta producción los ejes temáticos y metodológicos que hacen distinguirse a unos autores de otros, a unas perspectivas de otras. Sin embargo, frente a la "primera generación" que temporalmente ya está conluida, hay que referirse a la contemporaneidad de la totalidad de los autores referidos que siguen en plena actividad investigadora y creadora. El caso de Habermas es modélico en este sentido, puesto que su labor de revisión de sus propias obras, y de áreas nuevas y diversas del conocimiento, le colocan en una posición de renovación temática constante. Dicho esto, por consiguiente, se trata, en lo que sigue, de perfilar los intereses fundamentales que han definido y caracterizado hasta el presente los análisis más característicos de los neofrankfurtianos.
Jürgen Habermas (1929) resulta ser el miembro que mayor y amplia difusión tiene en la actualidad. Sin embargo, la propia dificultad de su obra obliga a realizar una clasificación provisional de ésta por etapas e intereses temáticos concretos. Esta posible clasificación podría establecerse de la manera siguiente:
a) Las obras dedicadas a la fundamentación epistemológica y gnoseológica y en las que se trata de desarrollar una Teoría del Conocimiento como Teoría Social. Entre los libros básicos de esta posición estarían: Teoría y praxis. Estudios sociofilosóficos(1963), Teoría analítica de la ciencia y dialéctica (1963),Lógica de las Ciencias Sociales (1967) y, significativamente, la participación del "joven Habermas" en: La disputa del positivismo en la Sociología alemana (1969) defendiendo la posición crítica con Adorno frente a Karl Popper y discipulos de la envergadura de Hans Albert. El puente entre esta etapa de fundamentación epistemológica y su paso hacia una reflexión sobre la evolución y transformación de la sociedad neocapitalista se encuentra en: Conocimiento e interés (1968).
b) Toda clasificación conlleva unos matices convencionales, no obstante, hay que estimar que el interés de Habermas hacia el análisis de las estructuras de la acción pública tienen su inicio en dos de sus primeras creaciones: El estudiante y la política (1961) y en Historia y crítica de la Opinión pública (1962). Sin embargo, con Técnica y Ciencia como 'ideología' (1968), Teoría de la sociedad o tecnología social: ¿A qué conduce la investigación de sistemas?, del año 1970 y en colaboración con Niklas Luhman, y, sobre todo, su libro fundamental: Problemas de legitimación en el capitalismo tardío (1973), se pueden considerar como el momento en el que se entra en un replanteamiento de las transformaciones de la Sociedad Post-Industrial. Para Habermas, el neocapitalismo o capitalismo tardío ha ampliado sus esferas de acción, introduciendo al Estado como un mecanismo más de regulación económico-política del mercado. Así, se extiende el estudio frankfurtiano no sólo a los aspectos sociales, psicológicos y culturales de la "primera generación", sino que esencialmente se valoran los nuevos procesos en los que la lógica del sistema capitalista se asienta y edifica. Y para ello, Habermas acudirá cada vez en mayor medida a paradigmas teóricos multidisciplinares, siendo la Teoría de Sistemas la más característica de esta mutación de la Teoría Crítica. Esta etapa de estudio histórico-evolutivo sobre el capitalismo tardío culmina con El origen de las sociedades de clase pre-capitalistas: Contribución a la construcción de una teoría de la evolución sociocultural, investigación que incorpora ya elementos de lo que será su etapa reconstructiva.
c) Si en un primer momento Habermas se interroga sobre la lógica de la Ciencia Social y de aquí pasa a la lógica de la sociedad de capitalismo tardío, en este tercer período de su creación intelectual se tratará de recomponer y rehacer la gran herencia teórica de la Filosofía y la Sociología a partir de una reconstrucción de los elementos vivos de tales tradiciones. Con la Reconstrucción del Materialismo Histórico, precisamente, se entra en la fase en la que Habermas imprime el tránsito de la Teoría de la Acción Social a la Teoría de la Acción Comunicativa. Pero, entendiendo a la vez la Teoría de la Acción Comunicativa como epistemología reconstructiva y reconstruida cuyo objetivo último será el concepto de racionalidad. De este modo, hay que situar libros tan determinantes como la propia Teoría de la Acción Comunicativa (1981) , (con sus dos extensos volúmenes), Conciencia moral y acción comunicativa (1983), Teoría de la Acción comunicativa: Complementos y estudios previos (1984). Y, por último, sus revisiones de autores y líneas de análisis sociofilosóficas tendrían en El discurso filosófico de la Modernidad y en Pensamiento post-metafísico sus dos contribuciones más importantes, subrayándose que tales revisiones no pueden desvincularse del proyecto habermasiano de vuelta a la Razón Ilustrada y, desde luego, a su reconstrucción contemporánea.
d) La vitalidad creativa del autor neofrankfurtiano obliga a introducir una cuarta etapa "provisional"; es decir, los intereses investigadores de Habermas son de tal amplitud que es poco menos que casi imposible cerrar el círculo de sus aportaciones a la Teoría de nuestro tiempo. Así, es necesario referirse a sus escritos actuales sobre Derecho, Moralidad y Eticidad, el tema de las identidades nacionales y post-nacionales, la importancia de la izquierda y su "reconstrucción", etc. Estamos, pues, ante un pensador cuya talla intelectual no hace sino ampliar y renovar los límites y las áreas no sólo de la Filosofía y la Ciencia Social sino, también, de sus métodos y tradiciones.
Pues bien, a la vista del intento de clasificación, -y de sus dificultades-, de las etapas de la obra del teórico de Frankfurt, también se hace ardua la tarea de resumir sus temáticas y aportaciones. En este sentido, de nuevo, una taxonomía posible podría resumirse en la siguiente:
- En principio, Habermas representa la renovación temática y epistemológica de la Escuela al encauzar hacia nuevas perspectivas la posición histórico-dialéctica. Esto se percibe ya desde sus primeras obras, ya citadas, y en la participación temprana con Adorno en la polémica que vuelve a situar el debate sobre el método de la Ciencia Social. Esta preocupación, en consecuencia, pasa a ser el núcleo de su búsqueda de armonización entre teorías diversas y cuya finalidad no será sino ese afán reconstructivo con el que el Materialismo Histórico tiene que enfrentarse en el continuumm, tan hegeliano, entre Historia y Racionalidad. De ahí que lo que Habermas desarrolla como "ciencia reconstructiva" no deja de ser una orientación hacia la problemática del "nuevo asalto a la Razón" de una Ciencia dirigida por intereses instrumentales, definidos estos a partir del concepto de Horkheimer y Adorno en su denuncia de una racionalidad instrumental que altera medios y fines en aras de acciones cuyo objetivo último es la irracionalidad y la irracionalización social y colectiva. Por consiguiente, la distinción habermasiana entre ciencias empírico-analíticas cuyos intereses son de carácter técnico, ciencias histórico-hermeneúticas con intereses prácticos y contenidos cientifistas, y ciencias sociales críticamente orientadas y que presentan un interés emancipatorio, sitúan a la Razón crítico-dialéctica en el camino de un acercamiento a la realidad práctica concreta. Y esa realidad práctica concreta no deja de ser sino el neocapitalismo corporativo. De esta forma, Habermas baja del "reino" de la epistemología y de la gnoseología al "mundo" de la Sociología y de la Política. La síntesis filosociológica del autor crítico recuerda el perenne y continuo trabajo con las obligaciones y responsabilidades de la teoría hacia los habitantes de la "caverna".
- Sólo desde ese entendimiento de una búsqueda por ampliar los límites de la Teoría Crítica, se entienden sus investigaciones sobre el capitalismo tardío. Sin embargo, el hilo conductor entre unos escritos y otros se resume en una preocupación por descubrir las tendencias, tanto metodológicas como sociales y políticas, que conducen a una quiebra y crisis de la racionalidad, definiendo bajo el concepto de racionalidad la constituida por la Ilustración y reformulada por el pensamiento histórico-dialéctico. Por consiguiente, el eje que va desde Historia y crítica de la Opinión pública hasta Problemas de legitimación en el capitalismo tardío, tiene que plantearse como una Teoría de la Crisis (v.). Pero de la crisis y desestabilización de un modelo histórico de progreso social y humano propugnado por el pensamiento clásico-ilustrado.
En consecuencia, los estudios sociopolíticos de Habermas se centran en los problemas que el paso del capitalismo liberal a capitalismo planificado origina, y, especialmente, desde el punto de vista de las relaciones entre racionalidad-irracionalidad, legitimidad-deslegitimación y autonomía personal o "colonización-del-mundo-de-la-vida".
Siguiendo el modelo de subsistemas sociales (tomado por Claus Offe de la teoría sistémica) Habermas expone los cambios del capitalismo, en su fase de "post-industrialismo tardío", a partir de los problemas que surgen cuando el sistema asume la planificación político-administrativa no sólo de la economía de beneficio privado, sino esencialmente de carácter cultural-ideológica. Es en este punto en donde se radicalizarán los problemas de legitimación del capitalismo tardío, ya que se tendrán que compensar los déficit de legitimación económica, social y política del sistema mediante una acción, cada vez más profunda y soterrada, de planificación administrativa y persuasiva de lealtad de las Masas. Como ya se analizó en la Teoría de la Crisis (v.), el neocapitalismo que utiliza al Estado y sus subsistemas político-administrativos para gestionar los fenómenos de una crisis desplazada desde las instancias económicas hacia las políticas y culturales, precisa reconducir a la fuerza sus sistemas de valores y, en concreto, el sentido de universalidad propio del Estado de Derecho y de Bienestar. De esta forma, se tendrán que reajustar las expectativas y motivaciones colectivas mediante un debilitamiento de tradiciones culturales e intelectuales y de modos de vida en los que la autonomía física y psíquica se planteaba como objetivo básico. A ese debilitamiento de la concepción ilustrada lo denominará Habermas como colonización-del-mundo-de-la vida; es decir, se subjetiviza al sujeto y a la colectividad en un estrecho ámbito que, sin embargo, es encauzado por los Medios de Comunicación de Masas y sus modelos y esquemas de creación de Opinión púbica, así como por el consumo serializado de objetos que como afirmarán los analistas de la Cultura de Masas (v.) asignan un falso status de movilidad colectiva.
Ahora bien, la "unidad" del sistema neocapitalista tendrá que conllevar unas contradicciones en las que el término weberiano de "jaula de hierro" se consolida, y ello debido a que cada vez se requerirán más estrategias administrativas y políticas para integrar los conflictos y antagonismos propios de esa "unidad" que el sistema establece. En suma, la dinámica de la lógica del capitalismo tardío tendrá que cerrar y reprimir esferas y ámbitos de la vida de la colectividad. La cultura y la educación, y, en general, los procesos de socialización se irán alterando hasta llegar, si no se remedia, a lo que Habermas describe como el fin del individuo. Y, sobre todo, en ese desequilibrio entre relaciones de intercambio económico privado -pero mundializado- y "mundo-de-la-vida", la racionalidad en cuanto proceso de comprensión causal de la Historia y de la Sociedad sufrirá una mutación cada vez más evidente. La razón instrumental , aportación conceptual determinante de la "primera generación" de la Escuela, significará el triunfo, al mismo tiempo, de una burocratización de la realidad bajo los principios de la eficacia y la eficiencia, y sin ningún resquicio para una racionalidad no menoscabada por los intereses del sistema. Para Habermas, en definitiva, sólo un planteamiento teórico crítico-emancipatorio puede hacer frente a esa subordinación de la vida del sujeto y de la colectividad a las esferas de la organización del mercado y de la acumulación de las grandes comporaciones empresariales.
- El paso de la Teoría de la Sociedad a la Teoría de la Comunicación y de los actos comunicativos se inicia como lógica continuación del concepto de universalidad de la razón. Kant fundamentó el sentido moderno de la racionalidad establecida como autonomía y mayoría de edad intelectual. Desde esta perspectiva, la Teoría de la Acción Comunicativa trata de enlazar con una revisión de las estructuras y reglas universales que posibilitan un nuevo reconocimiento intersubjetivo sobre el que desarrollar el consenso social sin deformaciones o alienaciones.
Como se observa se trata de un proyecto monumental en el que se busca una reconstrucción de la racionalidad que sea el fundamento de un neoconsensualismo colectivo. Este empeño, sin embargo, está plagado de problemas y dificultades porque no sólo se trata de salir de una racionalidad alienada sino, al mismo tiempo, de aclarar una Teoría de la Modernidad que devuelva los grandes ejes ilustrados y suprima sus patologías ya subrayadas por Adorno y Horkheimer en su Dialéctica del Iluminismo.
Para Habermas, entonces, es imprescindible un debate teórico con las grandes tradiciones que, hasta el presente, han estado distanciadas entre sí. Este debate debe retornar a los paradigmas centrales de la tradición sociofilosófica y, en concreto, hay un regreso al concepto de acción desde la perspectiva de llegar a una reconstrucción de los presupuestos universales de la razón, pero de la razón comunicativa. Esto es: de la razón que comunica y, como tal, se hace intersubjetiva. Así, la Teoría de la Acción Comunicativa se estructura como un debate permanente con la Filosofía (Popper, Austin, Lukács, Searle...), con la Sociología (Durkheim, Weber, Parsons...) y, lógicamente, con Marx, Freud y la Escuela (Horkheimer-Adorno). Toda esta controversia, no obstante, conduce a un objetivo final: la aclaración de la posibilidad de un nuevo significado de razón que restituya su significado ilustrado y muestre los extravíos de un modelo de racionalidad que partiendo del paradigma cartesiano ha concluido en una razón instrumental y sus patologías sociales. De este modo, Habermas salta del paradigma de la conciencia subjetiva al paradigma del lenguaje y de éste al de la comunicación, pero con una intención evidente: rehacer y recuperar las dimensiones creativas y emancipatorias de un "mundo-de-vida" fundado sobre un consenso de ética universal. De aquí, el interés de las últimas obras del autor de Frankfurt por indagar sobre conceptos como los de autodeterminación, desarrollo ético, interrelación entre Estado y Derecho y, desde luego, el análisis de los presupuestos de universalidad de la racionalidad comunicativa. En suma, la magnitud e importancia de la teoría sociofilosófica habermasiana proviene de esa recuperación de tradiciones sintetizadas y armonizadas que, aparentemente, parecían irreconciliables entre sí. Mas, dicha armonización no resulta un mero ejercicio académico. Al contrario, del mismo modo que en la "primera generación" de Frankfurt se encuentra un hilo conductor entre sus autores y temáticas. En la obra de Habermas se manifiesta el mismo eje que mueve sus intereses e investigaciones. Y ese núcleo, tanto en la reflexión de Adorno y Horkheimer como en la de Habermas no deja de ser sino la misma búsqueda de un nuevo proyecto de Modernidad fundado sobre unas esferas no alienadas y ampliadas de racionalidad y de existencia colectiva. En último término, es un replanteamiento del concepto de razón como el único camino en la defensa de intereses generalizables con sentido de universalidad y cuya consecuencia histórica deberá de ser un "mundo-de-vida" emancipado de las imposiciones de la dominación y de la explotación.
Claus Offe (1940) se puede considerar como el miembro de la "segunda generación" más centrado sobre el análisis politológico, siendo el estudio de la sociedad de capitalismo avanzado, y sus estructuras, el centro de sus investigaciones. Al igual que pasa con Habermas, en la producción intelectual de Offe se pueden, hasta el presente, establecer unas etapas en función de los focos que han centrado su análisis. Tales etapas podrían diferenciarse de la manera siguiente: a) Los escritos de revisión del capitalismo: Kapitalismus. Analyse als Selbsteinschüchterung (1968), Politische Herrschaft und Klassenstrukturen (1969), Strukturprobleme des kapitalistischen Staates (1972), Thesen zu Begründung des Konzepts des 'Kapitalistichen Staates' und zur materialistischen Politikforschung (1976), Unregierbarkeit. Zur Renaissance konservativer Krisentheorien (1979), Disorganized Capitalism (1985) y Contradictions of the Welfare State (1988), como escritos más representativos. b) Los estudios sobre la formación y procesos de crisis (v.): Krisen und Krisenmanagement (1973), Überlegungen und Hypothesen zum Problem politischer Legitimation (1976) y Praxisbezüge der Sozialwissenschaft als Krisenwissenschaft (1976), aunque éste es un tema constante en el resto de artículos y libros de Offe. c) El análisis propiamente politológico: Berufsbildungsreform. Eine Fallstudie über die Reformpolitik (1975), Neukonservative Klimakunde (1978), Konkurrenzpartei und kollektive politische Identität (1980) y Politische Kultur und sozialdemokratische Regierungspolitik (1981), como estudios más característicos. d) El replanteamiento de las dinámicas socioeconómicas y, en especial, de la organización y Sociología del Trabajo: Leistungsprinzip und industrielle Arbeit (1970) y Organisierte Eigenarbeit (1990). e) Por último, las preocupaciones teóricas actuales de Offe se han centrando en el proceso de reunificación de Alemania y, en concreto, en el nuevo rumbo de la izquierda ante los cambios históricos sucedidos en la década de los años noventa: Der Tunnel am Ende des Lichts. Erkundungen der polistischen Transformation im Neuen Osten (1994).
- De este modo, la obra de Claus Offe se articula sobre tres temáticas específicas: la revisión del capitalismo contemporáneo, la crisis de los partidos políticos y la aparición de los nuevos movimientos sociales, y las contradicciones del Estado del Bienestar ante el reajuste y cambio de las estructuras del sistema en su conjunto. Por consiguiente, Offe se propone una investigación con un objeto muy definido: la transformación del neocapitalismo y, sobre todo, el estudio de los mecanismos que consolidan y aseguran este modo de organización económica, social y política. En consecuencia, la revisión del capitalismo contemporáneo se va a enfocar, no obstante, desde una perspectiva netamente frankfurtiana; es decir, desde las contradicciones y procesos de crisis de este modelo de sociedad.
Para el autor de Disorganized Capitalism, desde un punto de vista teórico, la sociedad capitalista se fundamenta en el principio del intercambio. Pero la relación de intercambio depende de una forma necesaria e inevitable de la administración política y de la administración legal, aunque esta dependencia también se produce a la inversa. Ahora bien, en este tipo de sociedad, la crisis -como efecto que genera acontecimientos- puede producirse en (o por) la relación de intercambio o en (o por) las administraciones políticas y legales. Para Offe, los principios organizativos político y legal tendrán dos posibles posiciones frente al principio de intercambio: estructurarse según las necesidades económicas del Estado, o proteger a la esfera económica evitando influencias en un principio no deseadas. Sin embargo, la crisis provendrá de los efectos que dificultan la separación entre economía y política y legislación.
Offe subraya que la sociedad capitalista se articula sobre su capacidad para crear plusvalías. De este modo, aquello que no produce o ha dejado de originar plusvalías es un lastre, siendo asimismo un lastre lo que pone en peligro la creación de plusvalías. Como resultado de esto, la sociedad de capitalismo avanzado tratará de evitar aquellas estructuras no mercantiles contrarias al proceso de crecimiento económico y, de aquí, que buscará fundamentalmente minimizar el impacto de estas estructuras sobre el proceso de creación de plusvalías. Mas, el desarrollo de la sociedad industrial capitalista produce fenómenos de origen no capitalista, y esto lleva a la exclusión de estructuras no mercantilistas. En el mercado laboral, por ejemplo, los diversos sectores del sistema capitalistas como son: el sector monopolio con alto grado de organización, el sector competitivo con competencia en precios, trabajo no organizado sindicalmente y fuerza laboral dependiendo de subsidios, el sector público en donde el trabajo es pagado con presupuestos y predominan los principios administrativos sobre los económicos y, finalmente, el sector de fuerza residual cuya existencia se mantiene mediante asignaciones oficiales, nos indica el alto grado de desmercantilización y, a la par, la cada vez mayor dependencia del subsistema político y administrativo. En estas condiciones, el desarrollo del neocapitalismo presentará un aspecto fundamental: la relación de intercambio, al ser predominante, requerirá socializar ciertos procesos como la división del trabajo y la mayor independencia de los elementos del sistema social. Así, el poder administrativo y legal tendrá que asumir mayor relevancia para controlar los conflictos derivados del intercambio con lo que tendrá que estructurarse cada vez más "científicamente" según las necesidades del neocapitalismo. Pero, esto creará complejos problemas de demarcación de los subsistemas (económico, político-administrativo y normativo-cultural) con lo que los procesos de creación de plusvalía chocarán con el crecimiento de la organización extramercantil propia de la acción político-administrativa del Estado del Bienestar. La crisis, entonces, surge de la búsqueda por reprivatizar esos subsistemas. El Estado capitalista tendrá que intentar reconciliar la economía privada con las actuaciones sociales derivada de ésta. Del mismo modo, el sistema político tendrá que procurar la lealtad de las masas, intentando un equilibrio entre economía y sociedad. Mas, las contradicciones llegan cuando la solución de un problema en un subsistema afecta negativamente a otro. Éste es el origen de la crisis y su regulación tendrá que dirigirse o bien a las decisiones sobre los recursos fiscales adecuando recursos disponibles a las necesidades sociales del subsistema político-administrativo, o bien hacia la racionalidad administrativa que tratará de separar economía y política, racionalizando ambas relaciones, o finalmente organizando la lealtad de las masas mediante la aceptación colectiva de los fundamentos del sistema. Sin embargo, aquí es en donde se manifiestan las más profundas contradicciones ya que necesitará regular las condiciones de vida de la población, evitando por todos los medios su desestabilización. En suma, es en este subsistema en donde se muestran las transformaciones del capitalismo corporativo contemporáneo frente al capitalismo industrial del siglo XIX. Tanto para Offe como para Habermas, las estructuras de socialización son las que reciben la acción de un complejo grupo de instituciones multifuncionales cuya finalidad será la adaptación e integración de las masas a los imperativos de la reprivatización económica. Pero, como resultado del intento de universalizar la forma mercantil como relación de relaciones, el Estado deberá ejercer continúos efectos autocorrectores y protegerlos institucionalmente (subsidios, pensiones...) o mercantilizar relaciones de socialización históricamente ajenas a este proceso (educación, formación, investigación...). La consecuencia será el antagonismo entre legitimidad político-administrativa del Estado y eficiencia económica para la creación de plusvalías privadas. Si prevalece el principio de legitimidad (elecciones generales, constituciones, derechos sociales y políticos, ....) o si prevalece el principio de eficiencia económica (reprivatización, eliminación de costes laborales, mercatilización de la mano de obra, ....) significará que se avanza hacia una sociedad cada vez más democrática y, como tal, menos dominada por la economía capitalista de monopolios; o, al contrario, una cada vez mayor autonomía del subsistema económico y una limitación de los fenómenos de organización democrática sociopolítica y cultural. La pregunta final, por consiguiente, a la que llega Offe no deja de ser: ¿es posible la conciliación entre democracia y capitalismo sin Estado del Bienestar?. La respuesta sigue siendo el núcleo reflexivo de los escritos posteriores de Offe.
- El interés por la temática politológica y la dinámica política en las sociedades contemporáneas ha sido, desde sus comienzos intelectuales, una de las constantes del autor de Partidos políticos y nuevos movimientos sociales. Offe debate, al igual que Habermas, con los planteamientos weberianos sobre los criterios de racionalidad y el funcionamiento político-administrativo. Para Weber, la administración burocrática resulta ser la manera formalmente más racional de ejercer el poder. La lapidaria frase weberiana se resumirá en: la legalidad es el funcionamiento de la burocracia. Pero, el tipo burocrático ideal se basará esencialmente en la estricta división entre política y Administración.
La interrogación, empero, de este poder burocrático ideal definido por Weber es sí sigue siendo racional en el sentido de responder a las exigencias y necesidades funcionales de una sociedad capitalista industrialmente desarrollada. Y ello porque, cada vez en mayor medida, la realización de esas exigencias depende de la acción de la Administración estatal. La diferencia fundamental entre el modelo weberiano anterior y el actual del funcionamiento del Estado social radica en que la eficiencia ya no se define por el seguimiento de reglas, sino por la obtención de resultados. Surge una nueva función para la Administración: la elección de premisas de actuación jurídicas, organizativas y personales, con lo que desaparecen las barreras que separaban la política y la Administración. Mas, la Administración al desvincular sus actuaciones de las normas jurídicas, debe encontrar otro tipo de legitimaciones para su actividad (plano supralegal o plano infralegal). Así, se podría definir este segundo criterio de racionalidad como la adecuación de la Administración a sus objetivos.
De lo anterior se llega a la tercera concepción de la racionalización burocrática en la que se parte del consenso político, al que la Administración tienen que llegar como referente de sus legitimaciones al verse forzada a pasar al plano infralegal. Para poner en práctica los planes estatales, ocurrirá que la Administración pública no podrá actuar en solitario y necesitará de sus propios ciudadanos y de sus organizaciones sociales -por ejemplo, la protección del medio ambiente-. La eficacia de las actuaciones de la Administración, sin embargo, pueden verse amenazadas al depender del consenso social. La falta de homogeneidad de intereses existentes es uno de los riesgos fundamentales en la obtención de resultados. Offe matizará entonces las contradicciones simultáneas con las que se encontrará la actual estructura administrativa: tendrá que estar en consonancia con sus fundamentos jurídicos, con sus funciones y con los intereses de sus "clientes" y grupos de referencia. En definitiva, el criterio de racionalidad burocrático-administrativa en el capitalismo avanzado se encontrará con un problema de problemas: la carencia de un criterio que pueda situar estas tres condiciones en una relación equilibrada. Para Offe, los principios de organización estructurales de la sociedad de mercado, de nuevo, muestran y revelan procesos sistémicos incompatibles entre sí.
Precisamente, en donde se comprueban esos principios contradictorios y conflictivos será, sobre todo, en los límites establecidos en la política institucional. Se entra, pues, en una de las temáticas más características de la investigación de Claus Offe: la interrelación entre partidos políticos tradicionales y nuevos movimientos sociales.
De nuevo Offe revisa el concepto weberiano de partido político considerado como estructura burocrática con un líder político y como proceso de contención de la masa. Tanto Robert Michels como Rosa Luxemburgo describieron la tendencia que se daba en las organizaciones políticas (sindicatos, partidos) a dominar y someter a las masas más que a servir a sus intereses. El partido competitivo, pues, pasa a ser una estructura con una dinámica más centrada en la búsqueda del poder que en el desarrollo de la voluntad popular que, de un modo teórico, debería representar y expresar. Esto significa que se producen dos fenómenos evidentes: a) se atiende preferentemente a maximizar el número de votos; y, b) se minimizan los elementos programáticos que pudieran desarrollar antagonismos en el electorado, así se entra en coalición con otros partidos con lo que se vulneran los planteamientos políticos fundamentales. Todo ello hace que el partido necesite una estructura organizativa extremadamente burocratizada y sus consiguientes problemas: la composición social de la dirección del partido difiere cada más tanto de la composición social de los miembros del propio partido -es, de nuevo, el problema de la "ley de hierro" de las oligarquías apuntado por Michels-, como de la del electorado. Las consecuencias de esta burocratización y profesionalización de los cuadros dirigentes en una élite conducen a una desactivación de los miembros de base, la heterogeneidad estructural y cultural entre quienes apoyan al partido, y esto unido a la pérdida de radicalidad de los programas de los partidos, llevan a que se conviertan en una garantía virtual de que la estructura o subsistema de poder político no ha de desviarse de la estructura del poder socioeconómico. La paradoja que Offe destaca y recalca, no puede ser otra que la que subraya que el sistema de partidos ha sido el medio de conciliar el sufragio universal igual para todos, con el mantenimiento de una sociedad de desigualdades.
Lo anterior determina la aparición de una serie de causas que provocan el declive del sistema de partidos como forma dominante de participación política de masas. En este punto, la forma política de partido está siendo cada vez más desplazada por otras prácticas y procedimientos de participación y representación política, de las que se pone muy en duda que tengan el mismo potencial de "reconciliación" que manifestaban los partidos burocráticos en competencia entre sí. De este modo, los nuevos movimientos sociales surgidos como réplica a la profesionalización de la política se hacen muy difíciles de absorber e integrar en la práctica política de competencia entre partidos, ya que el denominador común de su acción y organización es un cierto sentido de identidad colectiva que no solicita representación sino autonomía. De aquí, el proceso de desparlamentarización de la política pública y su correspondiente sustitución de formas territoriales de representación por formas funcionales. Pero, ante la consolidación y extensión de los movimientos sociales, puede producirse un repliegue del subsistema político de partidos en forma de transformación gradual de la democracia hacia una cierta forma de autoritarismo, lo que puede originar una represión planteada como exclusión de representación. En definitiva, considerará Offe, la alternativa política estribará fundamentalmente en la autotranscedencia del partido que deberá pasar de la democracia política a la democracia económica. La ruptura de la tensión básica de la sociedad neocapitalista entre el principio democrático de igual participación de las masas y el principio económico de poder desigual y privado en la adopción de decisiones, le parece al autor de la "segunda generación" de Frankfurt el punto de inflexión desde el que habrá que reconstruir los fundamentos de una nueva manera de hacer política y reflexión política.
Por último, y desgraciadamente por la forzosa necesidad de brevedad de nuestro análisis, se expondrán algunas de las consideraciones y ciertas críticas que Offe señala en su estudio sobre los nuevos movimientos sociales.
En principio, hay que constatar la aparición, en los años setenta, de tres procesos: - El incremento de ideologías y actitudes participativas con fuerte componente de solidaridad social. - La utilización creciente de formas no institucionales de actuación política como son la protesta, la manifestación, el boicot y, en general, acciones que desbordan los cauces institucionales. - El surgimiento de exigencias y reivindicaciones políticas relacionadas con cuestiones que solían calificarse y considerarse como temas éticos, morales, sociales, económicos y culturales, rompiéndose las fronteras de las demandas políticamente institucionalizadas.
Así, los ciudadanos a través de la articulación de los nuevos movimientos sociales reclaman un control directo y más inmediato sobre las élites políticas poniendo en acción medios que son incompatibles con el mantenimiento del orden institucional de la política en las sociedades capitalistas post-industriales. Ahora bien, van a surgir un conjunto de dificultades que Offe considera como cuestiones cuya complejidad no puede soslayarse. Entre ellas estarían las siguientes:
lº) Los nuevos movimientos sociales son antagónicos con el proyecto de sociedad sumamente liberalizada del planteamiento neoconservador. Sin embargo, al contraponerse al Estado y a la regulación burocrática de las reivindicaciones sociales, pueden acabar en una extraña coincidencia con el intento político-ideológico neoconservador. Y ello debido al intento de restaurar los elementos no políticos que en los neoconsevadores no es sino el intento de salvaguardar una esfera de autoridad estatal más restringida y limitada. Sólo la búsqueda de una sociedad civil no restringida en sus canales de representación política puede evitar el parecido anti-estatalista de los nuevos movimientos con el anti-estatalismo neoconservador. Como afirmará Offe, para poder emanciparse del Estado habrá que polítizar a la sociedad civil y sus instituciones.
2º) La praxis de los nuevos movimientos apunta hacia exigencias y principios no negociables. Esto es una consecuencia de la inexistencia de contrapartidas, pero especialmente de la carencia de un armazón ideológico coherente con una cosmovisión y unos objetivos de actuación comunes y claros. Como valor fundamental se sitúa la autonomía e identidad personal. Mas, a menudo, ello significa la desconexión entre sus modos de actuar (informalidad, espontaneidad, bajo grado de diferenciación horizontal y vertical) y sus reivindicaciones (formas no alienadas de trabajo, derechos humanos, entorno ecológico, etc.).Para Offe, el alejamiento de la clase obrera industrial y de los sectores más vinculados a la crítica intelectual es una consecuencia de la falta de una interpretación de la realidad que establezca las condiciones de la transformación y superación de ésta.
3º) Los actores que conforman estos movimientos es otro de los aspectos apuntados por Offe. En efecto, la base social de los nuevos movimientos sociales está compuesta por la nueva clase media (sobre todo, aquellos sectores que trabajan en profesiones de servicios humanos o en el sector público), por elementos de la vieja clase media y, especialmente, por gente al margen del mercado de trabajo o en una posición periférica respecto a él (estudiantes, obreros en paro, amas de casa...), con lo cual no hay unos intereses específicos sino reivindicaciones variables y coyunturales en función de acontecimientos que se van sucediendo esporádicamente.
Sin embargo, las inconsistencias y contradicciones tienen que entenderse como el choque entre los nuevos valores que aún no están perfilados y los heredados del sistema capitalista. Offe, en este sentido, considerará que la gran mayoría de valores y reivindicaciones de los nuevos movimientos siguen enraizados en las grandes filosofías políticas y teorías estéticas clásicas e ilustradas de los dos últimos siglos. Y desde esta perspectiva, la supervivencia y éxito de tales movimientos es la supervivencia de las grandes creaciones intelectuales que buscan la emancipación humana y social. En último término, se puede afirmar que en todos los planteamientos principales de estos movimientos se encuentra una idea básica y esencial: la convicción de que incluso la vida misma está amenazada por la ciega dinámica de la racionalización instrumental económica, militar, tecnológica y política. Y esta indudable convicción es un criterio suficiente para cuestionar los límites cerrados de la política institucional y sus esferas de acción económicas, sociales y culturales.
- La posición crítico-política de Offe tiene que considerarse como una de las más interesantes de la "segunda generación" a la hora de acercarse a problemas de inminente actualidad. Desde la crisis de la sociedad del trabajo en la que Offe describe la exclusión social de grandes sectores de la población y la fragmentación de la clase obrera, situándose en un inaplazable debate -al igual que André Gorz en su Métamorphose du travail. Quête du sens. Critique de la raison économique (1988)- sobre la dinámica de la sociedad neocapitalista actual, hasta sus recientes consideraciones sobre el papel de la izquierda (en castellano, el artículo ¿Del annus mirabilis al annus miserabilis? La izquierda tras el cambio y Maastricht) y el rumbo emprendido por la Europa surgida después de los cambios experimentados por los países del Este europeo (Der Tunnel am Ende des Lichts. Erkundungen der politischen Transformation in Neuen Osten), se puede ratificar ya que tanto Offe como Habermas han imprimido un nuevo giro al análisis frankfurtiano en unas direcciones cada vez más multiparadigmáticas que esperemos no renuncien ni abdiquen de los ejes propios y determinantes del proyecto de la Teoría Crítica cuyo objetivo no sólo se resume en comprender y describir la sociedad sino, ante todo, en transmitir un planteamiento teórico y metodológico cuyo singular interés es la emancipación y autoconciencia colectivas.
Oskar Negt (1934) representa el sector más alternativo de la "segunda generación". Su revisión teórica se concentra de una forma especial sobre tres áreas temáticas: la Filosofía Social, la acción de los medios comunicativos y la Opinión pública en la sociedad de clases y, por último, las interrelaciones entre teoría y praxis. Entre sus libros y artículos más representativos se pueden considerar los siguientes: Strukturbeziehungen zwischen den Gesellschaftslehren Comtes und Hegels (1964), Soziologische Phantasie und exemplarisches Lernen (1968), Marxismus als Legitimationswissenschaft (1969), Zum Problem der Aktualität Hegels (1970), Öffentlichkeit und Erfahrung (1972), Kritische Kommunikationsforschung (1973), Keine Demokratie ohne Sozialismus. Über den Zusammenhang von Politik, Geschichte und Moral (1978), Alternative Politikformen als politische Alternative? (1980) y Thesen zur Unvereinbarkeit von dialektischer und positivistischer Denkweise (1983). Este conjunto de artículos y colaboraciones en libros, desgraciadamente sin traducción todavía al castellano, nos indica la inserción de Negt dentro de la reflexión sobre los fundamentos teóricos y epistemológicos de la tradición dialéctica en su contraposición al positivismo. Sin embargo, en este sentido, Negt presenta una perspectiva de revisión de los autores dialécticos (Hegel, Engels, Korsch) de una originalidad especial al situar a éstos dentro de la Ciencia de su momento histórico.
La importancia de Oskar Negt proviene, no obstante, no sólo de sus estudios sobre Filosofía Social (la conexión Hegel-Comte en la que Negt encuentra en ambos autores estructuras teóricas del conformismo de la sociedad burguesa constituida), sino de un modo específico la investigación sobre las formas de control de la sociedad capitalista avanzada. Así, se repasan los procesos que edifican unos mecanismos capaces de dirigir hacia direcciones prefijadas a la población. La simpatía de Negt hacia el planteamiento de Rosa Luxemburgo significa la vuelta al tema de la "espontaneidad de la masas" y las estrategias para neutralizar y dirigir a ésta. De este modo, Negt incorpora la dialéctica de la Ilustración de Adorno-Horkheimer destacando que no sólo la Ciencia y la técnica se han conformado como fenómenos de adaptación social sino que, a la vez, el Derecho del Trabajo, la Psicología Social y los medios de comunicación de masas se han articulado como las legitimaciones básicas del sistema para encauzar conflictos y, en concreto, el conflicto obrero.
En este planteamiento, precisamente, Negt examina la interrelación entre clase obrera y conciencia de clase y el nuevo rol de los medios de comunicación. En Öffentlichkeit und Erfahrung y en Kritische Kommunikationsforschung se incide en el papel que los contenidos comunicativos estandarizados ejercen sobre los sectores sociales culturalmente más vulnerables. La clase obrera es sintomática de esto. Para Negt, el efecto de efectos de los "mass-media" sobre la clase obrera es el empobrecimiento. Empobrecimieto de las formas de conciencia que permiten un amoldamiento indudable a la estructura de división post-industrial del trabajo. De este modo, Negt no indaga las influencias de los medios en abstracto y desde una perspectiva de globalidad como hizo Habermas en su Historia y crítica de la Opinión pública. Para el autor de Öffentlichkeit und Erfahrung, la difusión mass-mediática afecta de una manera preferente a los contenidos de la conciencia de clase obrera y, en cierto sentido, Negt coincide con el análisis de Abercrombie sobre la conciencia dual; es decir, una conciencia -psicología- superpuesta sobre las percepciones e intereses propios del lugar ocupado en la estructura social y laboral.
En estas condiciones, para el teórico neofrankfurtiano, la imaginación sociológica (Soziologische Phantasie) debe tomar un nuevo rumbo: el tránsito de la praxis a la teóría. La reconstrucción de la teoría surge desde una praxis explicativa de las formas de dominación. El camino, por tanto, es inverso al establecido en el Marxismo clásico, pero en último término la consecuencia no deja de ser la aclaración de las formas de vida manipuladas. Negt, siguiendo a Wright Mills, reclama una nueva "fantasía sociológica" que no tema incluso a la introducción de collages, textos literarios, métodos de otras áreas, pero que, ante todo, permita y posibilite recobrar el significado originario de la teoría como autonomía vital e intelectual.
Albrecht Wellmer (1933) es, quizás, el miembro de la "segunda generación" más interesado en la metodología y en el papel de la epistemología como aspectos básicos en el proceso reconstructivo de la Ciencia Social y, claro está, de la Teoría Crítica. Su formación académica en el campo de las Matemáticas y de las Ciencias Naturales influirá decisivamente en su posición crítica. Ello se percibe no sólo en la problemática central de sus escritos como en el tratamiento epistemológico dado en ellos. Como más representativos de esta dirección se pueden considerar: Methodologie als Erkenntnistheorie. Zur Wissenschaftslehre Karl R.. Poppers (1967), Kritische Gesellschaftstheorie und Positivismus (1969), The linguistic Turn of Critical Theory (1974), Kommunikation und Emanzipation. Überlegungen zur 'sprachanalytischen Wende' der Kritischen Theory (1977), Praktische Philosophie und Theorie der Gesellschaft (1979), Terrorismus und Gesellschaftskritik (1979) y, en general, una serie de recensiones y artículos breves sobre publicaciones recientes sobre Teoría Social y Política.
Pues bien, como se observa, Wellmer se posiciona en un espacio que había sido reformulado por Adorno en su polémica con Popper en La disputa del Positivismo en la sociología alemana. El debate entre la Teoría Crítica y el Racionalismo crítico popperiano, -cuyo hilo conductor es el sentido contemporáneo de la lógica de las Ciencias Sociales-, se resuelve en la obra de Wellmer a partir de una doble revisión. Por un lado, el autor de Teoría Crítica de la Sociedad y Positivismo "positiviza" el análisis histórico-dialéctico crítico y, por otro, "dialectiza" lo que de útil queda en el Positivismo y sus derivaciones neopositivistas y analíticas. Por consiguiente, se trata de establecer lo que de "vivo" y permanente persiste en el pensamiento marxiano y aquello que aún sobrevive de la herencia metodológica del Positivismo.
A partir de tal formulación, Wellmer replantea la siguiente temática: los principios epistemológicos de la ciencia social empírico-analítica y la ciencia social crítica, la Filosofía de la Historia desarrollada en la obra de Marx y sus elementos positivistas y, como problema determinante, la investigación de Adorno y Horkheimer sobre la razón instrumental y sus interrelaciones con la Ciencia y la técnica. En definitiva, se busca romper las barreras que los viejos principios de demarcación entre concepciones teóricas han levantado como tabués inamovibles.
La Dialéctica del Iluminismo de Adorno y Horkheimer originó el viraje de la Escuela hacia uno de los planteamientos más característicos del pensamiento crítico: el componente de racionalidad instrumental que la Ilustración conllevaba. De esta forma, nace una dicotomía, a menudo irreconciliable, entre los fundamentos de la razón empírico-positiva y los principios histórico-dialécticos. El antagonismo entre Hegel-Comte -ya analizado por Oskar Negst- lo resuelve Wellmer destacando las influencias que Marx recoge del método positivista y que aplicará con una indudable utilidad. Lo mismo ocurre con el tema de la razón instrumental que Wellmer repasa meticulosamente. Aquí, contrapone a razón instrumental el concepto de racionalidad instrumentada; es decir, la racionalidad organizada en el capitalismo bajo el principio del intercambio y que no debe ser equivocada con la racionalidad científico-técnica cuyo uso ideológico depende de los modos de dominación social y no de sus propios procesos. Para Wellmer, es necesaria la reconstrucción de un tipo de razón que no se edifique en antagonismo con la técnica y la Ciencia. La reconciliación entre las Ciencias Nomológicas -las de la Naturaleza- con las Ciencias Ideográficas -las históricas- constituye, según Wellmer, una revisión radical del tema de la praxis y de la praxis transformadora que hace suyo el planteamiento marcusiano del Final de la Utopía. Esto es: la incorporación del conocimiento científico-positivo en el proceso histórico de cambio de una sociedad cuyo principio de intercambio actúa en todas las esferas sociales. Y, desde luego, la nueva praxis crítica necesariamente pasa por la incorporación de los logros y avances que han posibilitado, y posibilitan, la consecución del "reino de la libertad" frente al "reino de la necesidad".
Alfred Schmidt (1931) se considera el continuador de la reflexión más estrictamente filosófica frente a la variedad temática de Habermas, la investigación sociopolítica de Offe o la indagación epistemológica de Negt y Wellmer. Predomina en la obra de Schmidt un constante interés por la teoría marxiana y su vigencia contemporánea. En este sentido, sus trabajos fundamentales se resumen en: Der Begriff der Natur in der Lehre von Marx (1962), Zur Frage der Dialektik in Nietzsches Erkenntnistheorie (1963), Zum Verhältnis von Geschichte und Natur im dialektischen Materialismus (1965), Über Geschichte und Geschichtsschreibung in der Materialistischen Ökonomie heute (1967), Der strukturalistische Angriff auf die Geschichte (1969), Geschichte und Struktur (1971), Existentialistische Marx-Interpretationen (1973), Emanzipatorische Sinnlichkeit. Ludwig Feuerbachs anthropologischer Materialismus (1973), Zur Idee der Kritischen Theorie (1974), Die Kritische Theorie als Geschichtsphilosophie (1976), Drei Studien über Materialismus (1977), Materialismus und Subjektivität (1980) y Kritische Theorie. Humanismus, Aufklärung, Philosophische Arbeiten. (1981). Se trata, pues, como se percibe a primera vista, de un análisis conceptual y, casi, de carácter textual. De este modo, Schmidt afronta un repaso de temas que, en cierta medida, han quedado postergados en la interpretación de los autores clásicos. El problema de la Naturaleza en la teoría de Marx-Engels, por ejemplo, es considerado como uno de los núcleos reconstructivos del Materialismo Histórico contemporáneo. Para Schmidt, en los Manuscritos de Economía y Filosofía, en la Ideología Alemana, pero también en las obras económicas de Marx, y en concreto en El Capital, se encuentra una enunciación de la praxis revolucionaria como síntesis armónica entre Hombre-Sociedad-Naturaleza. La doble dialéctica de la alienación -la del Hombre frente al otro Hombre y la del Hombre frente a la Naturaleza- son inseparables. Para Alfred Schmidt, la modernidad y vigencia de la teoría marxiana proviene, precisamente, de esa interrelación dialéctica entre Historia y Naturaleza. Por tanto, hay que desbrozar esos elementos positivistas que Engels, tras la muerte de Marx, introdujo en la Dialéctica de la Naturaleza y retomar el propio planteamiento marxiano que no es sino una concepción global de la emancipación y de la emancipación de la especie humana como especie histórica y natural. Y, aquí, Schmidt destacará la importancia de Ludwig Feuerbach en el pensamiento de Marx. La "sensualidad emancipada" (Emanzipatorische Sinnlichkeit) es tan primordial como la racionalidad liberada de sus prejuicios. En definitiva, Schmidt se alinea con la perspectiva marcusiana de Eros y Civilización (no hay que olvidar que fue el traductor al alemán de los libros escritos en inglés por Marcuse) y con ello hace suyo el lema de Rimbaud: tarnsformar la Historia para cambiar la vida.
Finalmente, y en este sucinto repaso de las temáticas neofrankfurtianas, es interesante señalar la labor de difusor y divulgador que Alfred Schmidt ha llevado a cabo. En libros como Die Kritische Theorie als Geschichtsphilosophie, Zur Idee der Kritischen Theorie o en Kritische Theorie. Humanismus, Aufklärung, Philosophische Arbeiten y otros escritos, se exponen y discuten los grandes temas y el preciso patrimonio conceptual de la Teoría Crítica. Así, se puede afirmar que la preocupación fundamental del filósofo neofrankfurtiano no sólo es su interés por ampliar conceptos y temáticas sino, esencialmente, mantener el permanente sentido de análisis crítico característico del proyecto inicial de la Escuela de Frankfurt. Y, desde esta posición, Schmidt propone innovadoramente una tarea de desbroce terminológico y de asimilación de teorías que históricamente han reivindicado problemáticas en las que su núcleo discursivo ha sido la aclaración de un tiempo histórico nuevo y diferente.
Balance general de las aportaciones de la "segunda generación"
Como ya se comentó al comienzo de este sucinto estudio, la "segunda generación" de Frankfurt se define paradójicamente, quizás, por no parecer una "segunda generación"; es decir, frente a la más o menos característica perspectiva temática y metodológica de la "primera" -Adorno, Horkheimer, Marcuse-, nos encontramos con un grupo de autores cada vez más alejados entre sí. Este distanciamiento no sólo se encuentra en sus trayectorias académicas sino, también, en los enfoques y áreas de investigación. Sin embargo, parafraseando a Wittgenstein, existe un cierto "aire de familia" en los problemas tratados y, sobre todo, en el matiz crítico-histórico que podría estimarse como el patrimonio común dejado, desde los años treinta, por el Instituto para la Investigación Social.
Por consiguiente, y haciendo un puro ejercicio de clasificación se podrían formar dos grupos específicos de autores y dos grandes bloques de temas en función de los publicado hasta la fecha, lo cual no significa que en un futuro impriman diferentes rumbos a sus trayectorias intelectuales. Esa taxonomización sería, entonces, la siguiente: - Por un lado, Habermas, Offe y Negt conformarían un grupo concreto por sus planteamientos más centrados en el análisis sociopolítico de las nuevas condiciones del capitalismo tardío y post-industrial. - Por otro, Wellmer, Schmidt y, también Habermas, estarían en una posición más interesada por la revisión epistemológica y filosófica de la lógica de las Ciencias Sociales y sus estructuras conceptuales y problemáticas.
Ahora bien, si toda clasificación es convencional, del mismo modo se puede definir a la "segunda generación" no ya por sus recientes aportaciones cuanto por la permanencia de una tradición temática que sigue siendo el legado esencial de la Teoría Crítica. En este sentido, los hilos conductores entre la "primera generación" y los componentes de la "segunda" pueden considerarse: - El examen de las formas de dominación social en sus diferentes sistemas y subsistemas -económicas, políticas, comunicativo-ideológicas, psicológicas-. - La continuidad en la investigación sobre los procesos de anulación de la racionalidad crítico-causal colectiva y, en concreto, la acción de la razón instrumental en la totalidad de esferas y niveles públicos y privados. Aquí, se entronca de una forma directa con los postulados globales de la "primera generación", ampliando el tema de la razón instrumental a ámbitos como los fenómenos de legitimación sociopolítica (Habermas), la crisis del Estado del Bienestar (Offe), el rol de los medios de comunicación y sus efectos sobre la clase y conciencia obrera (Negt), la epistemología positivista (Wellmer) o la destrucción de la Naturaleza (Schmidt). De este modo, el problema de problemas se resume en el uso de un modelo de racionalidad que restringe y condiciona el desarrollo de las posibilidades de la especie humana, al reducir a ésta meramente a un sujeto enmarcado dentro de unos principios de eficacia determinados por la lógica del intercambio económico. Para los autores de la "segunda generación", la restitución y conciliación del ser humano con su sociedad, y su medio ambiental, pasa necesariamente por un esfuerzo teórico y "práxico" de esclarecimiento de la dialéctica entre racionalidad-irracionalidad. Precisamente por ello se hace inevitable la síntesis de distintas tradiciones intelectuales (Marx, Freud, Weber, Parsons, Pareto...). Sin entender ese núcleo problemático, en definitiva, no es posible una comprensión ajustada de esa variedad temática y metodológica que caracteriza a los continuadores de la Escuela de Frankfurt.
- Por último, y desde el punto de vista epistemológico, no se puede subsanar el sentido de reconsideración histórica en el que se enmarcan las investigaciones sobre estructuras y procesos sociopolíticos e ideológicoculturales. Se puede afirmar que éste es el aspecto común y singular de la perspectiva crítica. El método hegeliano-marxiano de la comprensión histórica de estructuras a través de la dialéctica de las contradicciones está presente en el conjunto de escritos neofrankfurtianos. Desde Habermas hasta Negts, pasando por Offe, Wellmer y Schmidt, son esas contradiciones las que determinan y aclaran el punto histórico en el que nos encontramos. El uso crítico de la razón, por tanto, sólo puede establecer su arquitectura -como denominaba Kant- en unión del análisis histórico. En suma, ese "aire de familia" frankfurtiano sólo puede provenir de la búsqueda de una nueva síntesis de tradiciones teóricas, temáticas y problemas enfocados desde ese uso crítico de la razón y cuyo objetivo último, parafraseando a Adorno, sería la necesaria conciliación entre "ser" y "deber ser".
En definitiva, la importancia y trascendencia de los planteamientos de la Teoría Crítica, en sus dos generaciones, tiene ya que ser juzgada como uno de los paradigmas ineludibles del pensamiento contemporáneo. De aquí que, incluso, se pueda ya hablar de la conformación de una "tercera generación" que desborda los ámbitos geográficos alemanes y, en cierto sentido, académicos. La nueva generación estaría más centrada en una reconstrucción de los grandes temas ilustrados, pero desde principios de cooperación y solidaridad internacional como respuesta a la mundialización del principio del intercambio económico y su consiguiente ideología hobbesiana de "la lucha de todos contra todos". De la derrota o del triunfo de esta reconstrucción dependerá la dinámica histórica futura.
BIBLIOGRAFIA (Por su extremada amplitud, sólo citaremos obras que analizan en conjunto a los autores expuestos).
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